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El presidente Donald Trump sugirió el viernes que Estados Unidos podría buscar acuerdos de libre comercio por separado con México y Canadá para reemplazar el TLCAN que los tres países integran desde hace 24 años.
El Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), vigente desde 1994, se renegocia a exigencia del mandatario estadounidense, quien lo ha calificado como "desastroso" para su país, argumentando que le ha costado empleos e inversiones.
"Ha sido un mal negocio para Estados Unidos desde el primer día. Perdemos mucho dinero con Canadá y perdemos una fortuna con México. Y no va a suceder así nunca más", dijo Trump.
"México se ha tomado nuestras compañías automotrices, un gran porcentaje de ellas, y no puede ser", enfatizó.
Este objetivo estadounidense, junto a otros como la inclusión de una "cláusula crepuscular", que forzaría a renegociar el acuerdo cada cinco años, ha encontrado fuerte resistencia de los representantes de México y Canadá.
"Me gusta el libre comercio, pero quiero un comercio justo. Como mínimo, quiero un comercio justo", insistió Trump el viernes, horas después de reavivar temores de una guerra comercial mundial al imponer fuertes aranceles a las importaciones de aluminio y acero a sus tres principales socios: Canadá, México y la Unión Europea.
Más temprano, en un tuit, Trump, atacó a Canadá, al cual acusó de "tratar muy mal" a los agricultores estadounidenses y de imponer medidas comerciales muy restrictivas.
"Canadá ha tratado muy mal a nuestra actividad agrícola y a nuestros agricultores durante mucho tiempo. ¡Muy restrictivo sobre el comercio! ¡Tienen que abrir sus mercados y romper sus barreras comerciales! Tienen un superávit muy importante en el comercio con nosotros", escribió Trump.
El presidente aludió también brevemente a conflicto sobre la madera con su vecino del norte, que influye en las relaciones comerciales de ambos desde hace años.
Canadá, responsable de la mitad de todas las importaciones de aluminio de Estados Unidos, dijo el viernes que las medidas tarifarias aplicadas por Washington habían reducido las posibilidades de que las conversaciones del TLCAN lleguen a buen fin.
"Ciertamente, la decisión tomada sobre estos aranceles no es propicia para un diálogo positivo", dijo el ministro canadiense de Finanzas, Bill Morneau.
"Es negativo para los canadienses (...) y su derecho a una economía fuerte y robusta para sus familias", señaló durante la reunión de ministros de finanzas de las principales economías mundiales del Grupo de los Siete (G7), que se realiza hasta el sábado al norte de Vancouver.
El secretario de Comercio de Estados Unidos, Wilbur Ross, arrojó dudas sobre el futuro del TLCAN al explicar que Washington no extendería las exenciones arancelarias para México y Canadá, supeditadas originalmente al fin de la revisión del pacto comercial, porque las actuales conversaciones sobre el pacto comercial están tardando "más tiempo" de lo esperado y no existe una "fecha muy precisa" para concluirlas.
Trudeau también dijo el jueves que el vicepresidente estadounidense, Mike Pence, había insistido en incluir la "claúsula crepuscular" como condición previa para reunirse a discutir un acuerdo final.
Este planteo, que funcionarios canadienses y gran parte de la industria estadounidense consideran una "píldora venenosa", hizo que esa reunión final no se haya realizado aún, dijo Trudeau.