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El alcalde de Nueva York, Bill de Blasio, animó este viernes a todas las empresas de la ciudad a exigir a sus empleados que se vacunen contra la covid-19 ante el avance de la variante delta.
“Llamo a todos los empleadores de Nueva York, incluidos nuestros hospitales privados, a avanzar inmediatamente hacia algún tipo de obligación, lo que sea el máximo que crean que pueden hacer”, señaló De Blasio en una entrevista con la emisora local WNYC.
El regidor de la Gran Manzana consideró que se han “alcanzado los límites de un sistema puramente voluntario” y que es hora de ampliar las exigencias para lograr que más gente se vacune y se pueda hacer frente al avance de la variante delta, que está desencadenando un claro aumento de los contagios en Estados Unidos.
De Blasio anunció esta semana que el sistema público de hospitales de la ciudad va a requerir a sus empleados vacunarse o someterse a pruebas semanales y hoy sugirió que ese tipo de medidas se van ampliar a otros trabajadores municipales.
Entre ellos podrían estar cuerpos como el de Policía, donde los niveles de vacunación son relativamente bajos, aunque el alcalde no quiso adelantar nada concreto: “vamos a anunciar las cosas paso a paso”, recalcó.
Nueva York ha llevado a cabo una gran campaña para impulsar la vacunación entre sus residentes, poniendo todo tipo de facilidades -incluidas unidades móviles y pautas de un solo pinchazo- y ofreciendo numerosos incentivos.
Sin embargo, según los últimos datos oficiales, algo más del 40 % de la población sigue sin vacunarse.
Si se tienen en cuenta sólo los adultos, un 29.8 % están sin inmunizar, mientras que un 65 % ha completado el proceso y un 5.2% está parcialmente vacunado.
Entre las últimas iniciativas, la ciudad anunció hoy un nuevo programa que arrancará el próximo lunes con centros de vacunación temporales en las escuelas de verano, con el objetivo de aumentar el número de menores de entre 12 y 17 años inmunizados.
Según dijo De Blasio, desde que empezaron a administrarse dosis a ese grupo, hace unas diez semanas, unos 226,000 adolescentes se han puesto al menos la primera dosis, lo que supone un 43 % del total de los residentes comprendidos entre esas edades.