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El niño Benjamin Jensen, de Ogden, Utah, nació en una familia en la que la aviación era rutina diaria lo que le dio la inspiración para inventar un sistema para localizar aviones perdidos.
La idea del joven de solo 8 años es sencilla pero posiblemente eficaz por lo que los ejecutivos de una de las lineas aéreas piensan considerarla como una opción viable.
En la nota del Dailymail informaron que Ben dibujó su idea después de ver un programa de televisión acerca de vuelos perdidos, y decidió enviarle un carta a Richard Anderson, CEO de Delta, con el diseño de su sistema. La idea del joven inventor es simple--globos de color naranja con transmisores internos conectados a la estructura que flotarán en la superficie al caer el avión. Además los globos no serán ligeros, pesarán para no volar y serán diseñados con un material reforzado que incluirá piedras para anclarlos.
La carta de respuesta para Ben fue enviada por John E. Laughter, President of Safety, Security and Compliance de la línea aérea, y en ella le responde que su idea será enviada a los expertos de aviación que están trabajando en como resolver ese problema.
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