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Ellen Manfalouti, una ciudadana estadounidense de origen holandés y con residencia en Langhorne, Pennsylvania, está buscando arrebatar a la cadena de comida rápida Chick-fil-A una suma de 50,000 dólares en compensación por el evento traumático que sufrió cuando un roedor apareció en su hamburguesa.
De acuerdo con el NYPost, el 25 de noviembre pasado, la afectada consumió el alimento contaminado luego de que una compañera de trabajo llevó a la oficina un pedido hecho a un restaurante de la cadena.
Según relató, al morder el pan “sintió algo gracioso” y dijo que la carne estaba quemada, pero al retirarse la hamburguesa de la boca tanto ella como su compañera se percataron del horrible contenido. Se trataba de un roedor chamuscado.
"Me di cuenta de que era un pequeño roedor de algún tipo. Pude ver los bigotes y la cola”, dijo Cara Phelan, colega de la mujer.
A nueve meses de lo ocurrido, Ellen decidió emprender acciones legales contra la cadena luego de que los directivos de la misma ignoraran o desestimaran sus acusaciones, explicó el abogado de esta, Bill Davis.
De acuerdo con el Post, aunque los encargados de Chick-fil-A han asegurado que no se trata de un ratón, pruebas de laboratorio confirmaron lo contrario.
La demanda acusa a la empresa de negligencia y ya fue presentada en la Corte del Condado de Bucks.
El propietario del restaurante, Dave Heffernan y Chick-fil-A, de Oxford Valley Road, son acusados de múltiples cargos, incluyendo: infligimiento intencional de angustia emocional, responsabilidad del producto e incumplimiento de la garantía implícita.
