El restaurante Hooters vuelve a estar bajo críticas luego de que dos meseras en Estados Unidos revelaron que deben comprar las medias de su uniforme en una máquina expendedora.
“La gente siempre me pregunta acerca de nuestra máquina de medias y hoy tengo que comprar unas, así que haré un video sobre esto”, dijo la joven con nombre de usuario Kenzjee.
Una de sus compañeras la ayudó a mostrar en la cámara cómo funciona la máquina que se encuentra en el baño de mujeres.
La expendedora tiene una imagen que muestra que contiene medias y también cuenta con botones rojos para que la persona seleccione el tipo de prenda y color que requiere.
El costo de cada una de las medias es de cinco dólares (102 MXN), sin importar el estilo que tenga. Además, la máquina sólo acepta billetes de uno y cinco dólares o pagos desde el celular.
Luego de insertar el dinero, la máquina en el baño del restaurante Hooters deja caer una caja pequeña con las medias hechas por la empresa llamada Peavey Hosiery.
Las meseras de la cadena de restaurantes deben usar las medias debajo de los ajustados shorts naranjas de su uniforme.
En los comentarios del video, los usuarios de TikTok criticaron que la empresa no proporcione las medias y que las trabajadoras tengan que pagar por ellas. También reclamaron que Hooters saca dinero de sus propios empleados.
Kenzjee explicó que el restaurante considera a las medias como ropa interior y por eso no se las proporciona.
En un clip publicado después, la mesera dijo que las mujeres que entran al baño en ocasiones compran las medias de la máquina, sin que las trabajadores puedan detenerlas.
“En una ocasión, una mujer compró 15 pares de medias y eso fue muy grosero. Además, cuestan cinco dólares cada uno, ¿por qué las comprarías cuando no tienes que hacerlo?”, contó la joven.
En otro video en TikTok, Kenzjee dijo que Hooters no tiene cuartos especiales para que las meseras se cambien, sino que deben cambiarse en los baños que usan los clientes. Además, no pueden entrar ni salir del establecimiento con el uniforme puesto.
En octubre pasado, la empresa estuvo inmersa en polémica al cambiar los uniformes de sus meseras por prendas tan cortas que fueron consideradas como ropa interior por los usuarios de redes sociales.
Ante las críticas, la cadena de restaurantes dijo que dejaría a las trabajadoras elegir si se quedaban con los shorts nuevos o los viejos.