Mark Zuckerberg, que cumple cuarenta años este martes, ha conseguido muchas metas, como amasar una de las mayores fortunas del mundo, construir un imperio tecnológico mediante diversas aplicaciones y formar una familia numerosa.
Ahora Zuckerberg es el director ejecutivo y presidente de Meta (compañía matriz de Facebook, Instagram, WhatsApp y Messenger), pero todo empezó de forma mucho más humilde, en el elitista campus de la Universidad de Harvard, donde junto con otros estudiantes -Dustin Moskovitz, Chris Hughes y Eduardo Saverin- lanzó hace dos décadas Facebook.
Zuckerberg abandonó sus estudios en Psicología e Informática durante su segundo año en Harvard para mudarse a Palo Alto -santuario del mundo 'Tech'- y trabajar en su empresa a tiempo completo. Cuando regresó a la prestigiosa universidad, fue por la puerta grande, para recibir un doctorado 'honoris causa' y convertirse en el orador de graduación más joven de la historia.
La figura de Zuckerberg no pasó desapercibida, tanto por ser un joven prodigio como por su estilo, vestido siempre con la misma ropa y unos gestos casi robóticos en ocasiones.
En 2010, la revista Time nombró a Zuckerberg Persona del Año, por "conectar a más de 500 millones de personas y mapear las relaciones sociales entre ellas; por crear un nuevo sistema de intercambio de información; y por cambiar la forma en que la gente vive".
Hollywood apuntó sus focos a Zuckerberg con la película 'The Social Network', una cinta que relata la creación de Facebook en la que Jesse Eisenberg es el encargado de dar vida a Zuckerberg, quien sostiene que muchos de los detalles de la película son incorrectos.
En 2012 Facebook salió a bolsa y un día después Zuckerberg se casó con Priscilla Chan -a quien conoció en una fiesta universitaria- en una boda sorpresa hasta para los invitados, pues habían llegado creyendo que estaban celebrando la graduación en medicina de Chan.
La pareja se comprometió a donar el 99 % de su participación en Meta a lo largo de sus vidas -se calcula que Zuckerberg posee el 13 % del accionariado-, así como a donar 3M000 millones de dólares para financiar investigaciones médicas en la próxima década e intentar acabar, curar o controlar todas las enfermedades para el año 2100.
El hecho de que quiera donar la mayor parte de su gran fortuna para mejorar el mundo no quita que su compañía se haya enfrentado a varios problemas morales y éticos que le han llevado a comparecer en varias ocasiones ante los legisladores de Estados Unidos, acusado principalmente de desarrollar herramientas para hacer sus aplicaciones cada vez más adictivas, en particular para los adolescentes.
El matrimonio, que ahora tiene tres hijos, no vive precisamente de forma modesta: en 2011 compraron una casa en Palo Alto de 500 metros cuadrados por 7 millones de dólares y luego gastaron 45 millones de dólares adicionales en las cuatro casas y el terreno a su alrededor para tener más privacidad.
También cuentan con un gran oasis en la isla hawaiana de Kauai. En 2014 la familia Zuckerberg desembolsó alrededor de 100 millones de dólares por más de 280 hectáreas y desde entonces ha comprado más de 607 hectáreas en esa zona.
A diferencia de algunos de los otros fundadores de importantes empresas tecnológicas -como Jeff Bezos de Amazon o Larry Page de Google-, Zuckerberg aún no ha entregado a otra persona las riendas de su imperio de redes sociales que ha construido en veinte años.
Al contrario, Zuckerberg lleva varios años orientando la empresa hacia el metaverso y la inteligencia artificial (IA), algo que está significando una gran inversión de dinero para Meta.