Uno de los principales herederos del imperio Hermès, que vende algunos de los bolsos de lujo más caros del mundo, planea dejar su fortuna a su jardinero.
De acuerdo con los informes, Nicolas Puech, descendiente de quinta generación de Thierry Hermès, fundador de la marca, inició los trámites legales para adoptar al jardinero que atendió su casa durante décadas y heredarle la mitad de su fortuna.
El empresario, de 80 años, tiene una fortuna de más de $12 mil millones de euros, según Forbes, lo que a su próximo heredero le dejará poco más de $6 mil millones. Esta cantidad será para el jardinero ya que el magnate no tiene hijos ni esposa ni parientes directos.
Aunada a la fortuna ya construida, Nicolas Puech recibe el 5.7% de las ganancias de Hermès, que tiene un valor en la bolsa de $200 mil millones de euros, según estima Bloomberg.
Hasta el momento no se conoce la identidad del afortunado heredero, sólo se sabe que es de origen marroquí de 51 años, con una pequeña familia que también podría beneficiarse con el dinero.
Algunos miembros más del personal de mantenimiento también están en trámite de adopción para poderles legar parte de su imperio, propiedades y posiblemente acciones de la marca.
Medios suizos aseguran que entre las propiedades destacan casas y edificios en Marrakech, Marruecos, Suiza y Montreux, todas dentro de un valor de $6 millones de euros.
Según los reportes, Nicolas Puech está rompiendo lazos con la familia Hermès y también le está retirando el financiamiento a la organización benéfica que él mismo creó en Suiza durante 2011, la Fundación Isócrates.
Una vez que Puech muera, su dinero nunca se le entregará a su familia biológica ni será dirigido a la fundación como él lo prometió cuando la creó.
En un comunicado, la fundación dijo que se opone a la decisión de Nicolas de cancelar el financiamiento, aunque no está “en condiciones de juzgar el proceso o el contexto” de la adopción del jardinero.
Los primeros problemas que desgastó la relación de Nicolas con su familia surgieron en 2014, cuando el hermano de Nicolas, Bertrand Puech, pidió que le vendiera sus participaciones para reforzar su control sobre la marca de lujo y competir con el conglomerado LVMH, dueño de Louis Vuitton, Dior y más, que adquirió en ese momento una participación sustancial en Hermès.
Desde entonces, Puech salió de la junta directiva de la empresa y se separó del resto de los herederos de Thierry Hermès, aunque conservó sus acciones y actualmente recibe el 5.7 por ciento de las ganancias anuales.