El economista David Daming tiene un anuncio para las nuevas generaciones: los empleos de cubículo van a desaparecer al largo plazo.
Los empleadores recompensan cada vez más a los trabajadores que tienen habilidades tanto sociales como técnicas, en lugar de sólo conocimiento operativo.
El profesor de educación y políticas públicas en la Kennedy School, muestra en un análisis que los empleados que combinan ambas habilidades se desempeñan mejor en la economía moderna.
Aquellos trabajos que requieren poca socialización y son repetitivos disminuirán debido a la automatización e informatización.
"Los trabajos donde te sientas en un cubículo o en la fábrica y laboras en aislamiento van a desaparecer. A la larga, estaremos mejor ", dice Daming.
La buena noticia es que las personas aún pueden prosperar en un área repleta de computadoras. Los ingenieros y programadores son necesarios pero deberán enfocarse en crear y desarrollar proyectos, en equipo. Enfermeros, terapeutas, médicos y abogados serán más valorados por la interacción interpersonal que sostienen.
Durante años, las habilidades sociales fueron ignoradas porque los encuestadores no tenían manera de medir aspectos cualitativos, como buena comunicación y trabajo colaborativo.
David Deming creó un modelo matemático en el que los trabajadores intercambian tareas para optimizar el uso de sus habilidades. Lo aplicó a conjuntos de datos de empleo y vio cómo han cambiado con el tiempo.
Los resultados muestran que los trabajos calificados se están volviendo menos rutinarios, tal vez porque las máquinas se están haciendo cargo de ello.