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Catherine Hettinger debería estar gozando de la buena vida, resultado de las ganancias de su invento, un juguete de moda en el mundo entero conocido como “The Spinner”.
Pero la mujer de Florida no recibe un solo centavo por este invento, debido a que en 2005 no contó con 400 dólares para renovar la patente.
Aunque la locura del ‘Fidget Spinner’ lleva apenas unos meses, el adictivo invento antiestrés de Catherine Hettinger fue creado hace 20 años como una forma de mantener a su hija ocupada y ayudar a los pacientes con Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad.
Mientras que las ventas de una versión moderna de su invento alcanzan ganancias insospechadas, la mujer de 62 años tendrá que dejar su casa, ya de por sí pequeña, para mudarse a un condominio aún más barato y teme que pronto le corten el teléfono pues no tiene para pagar la cuenta, y trata de ver cómo consigue un auto que camine, de acuerdo con The Guardian.
“Es difícil ser inventor” le dijo al diario durante una entrevista en Winter Park, un suburbio de Orlando en donde vive. “Solo el 3% de los inventos consiguen hacer dinero, he visto a otros inventores hipotecar su casa para poder echarlos a andar. Es duro”.
Aunque se afirma que el juguete sirve para ayudar a aquellos con problemas de concentración, autismo o ansiedad, la opinión de los expertos se encuentra dividida y en algunos distritos escolares se ha prohibido su uso entre estudiantes por considerarlo un distractor.
Un artículo de Bloomberg disputa que sea Catherine Hettinger la inventora del juguete de moda. Mientras que en una entrevista con NPR, Scott McCoskery, se asumió como el real inventor del “spinner”.