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Luego de que Elon Musk comprara Twitter y se convirtiera en el único director, los cambios en la empresa del pajarito azul han causado polémica e incluso preocupación entre sus empleados.
Y es que, dentro del contexto de los despidos masivos y el cierre de las oficinas de la empresa, los empleados han denunciado ciertos abusos laborales acerca de que los hacen trabajar a marchas forzadas durante toda la semana, sin la oportunidad ni siquiera de dormir.
Todo esto para prevenir ser parte de las casi 4 mil personas consideradas por el magnate para el primer despido en las oficinas de San Francisco. Cabe resaltar que Elon envió correos electrónicos en los que notificó que habría bajas a partir del 4 de noviembre si no se avanzaba con los trabajos.
En seguida de que llegó como nuevo dueño, Musk exigió que se iniciara con los procesos de verificación de las cuentas a través de Blue Verified.
La orden se dio a través de un mensaje interno en el que se destacaba que la fecha límite para terminar la encomienda era el pasado 4 de noviembre, justamente cuando comenzaron los despidos masivos.
Un mensaje de empleados decía: “Este debería ser el trabajo más crítico que hagamos esta semana. La expectativa es literalmente trabajar las 24 horas del día, los siete días de la semana para sacar esto adelante. Cada función en la empresa está haciendo lo mismo”.
Informes de los mismos trabajadores señalaron que durante estas jornadas habría llamadas cada 12 horas en todas las secciones de la empresa, en todas las oficinas existentes de Twitter, para verificar que se estuviera trabajando en los proyectos del magnate y asegurar que se entregarían según las peticiones.
Un empleado escribió en otro mensaje interno: “Es absolutamente crítico para nosotros hacer esto en tan poco tiempo. Todos tenemos que trabajar juntos en esto”.
En caso de no acatar las órdenes y no cumplir con el trabajo en Blue Verified, se adelantó que los empleados involucrados serían despedidos entre el viernes 4 y el lunes 7 de noviembre, siendo el lunes el “día más agresivo” para los despidos.
La cantidad y dificultad del trabajo exigió que los empleados cubrieran jornadas de mínimo 12 horas, bajo la amenaza que así continuarían hasta registrar por lo menos 84 horas de trabajo en los siete días de la semana, destacó CNBC.
Se desconoce si Elon pagará horas extras u otorgará tiempo libre a las personas que sí entregaron el trabajo en tiempo y forma y, que hasta el momento, conservan su puesto.
Las exigencias laborales tomaron relevancia cuando una fotografía de una empleada se viralizó en redes sociales.
Esther Crawford, directora de gestión de productos de Twitter, fue fotografiada durmiendo en el suelo de su oficina en medio de una jornada pesada en la noche; se encontraba dentro de un saco para dormir en el suelo con un antifaz.
La mujer dijo que estaba descansando unos minutos, ya que por días había estado trabajando “día y noche para cumplir con los plazos”.
Como ella, decenas de empleados hablaron con The New York Times, previo a los despidos, sobre el trabajo asignado y para informar lo que estaba sucediendo bajo las amenazas de Musk.
Incluso revelaron que en ese momento estaban obligados a trabajar sábado y domingo.