TE RECOMENDAMOS
En las redes sociales ya no es fácil distinguir la verdad de la mentira. Todo el tiempo leemos noticias y vemos imágenes que tienen el potencial de ser falsas. Aunque Facebook y Twitter han emprendido campañas para acabar con el contenido ‘fake’, otras redes son vulnerables.
Hoy somos más adictos que nunca a Instagram, la red social de las fotos perfectas crece a un ritmo constante gracias a las historias que ofrece. Podemos pasar horas admirando fotos cuidadosamente editadas y hasta envidiando la vida de otros, según un estudio reciente.
Ahí hay un terreno fértil para los ‘influencers’. La revista “Forbes” los define como personas que generan información basada en su opinión sobre productos, tendencias y temas de actualidad. “Tienen un gran poder de recomendación, veracidad e influencia sobre una comunidad de seguidores”.
Los ‘influencers’ pueden ganar miles de dólares al trabajar para marcas. Un estudio de comercio electrónico revela que más del 70% de los compradores toman en cuenta la opinión de otros, antes de hacer una compra.
Además, el 65% de las empresas ya considera contratar a estas personas para potenciar su marca en redes sociales. Ahí el poder de tener un gran número de seguidores en Instagram.
Sin embargo, la vida perfecta de los ‘influencers’ no es tan real. La mayoría edita sus fotos y crea escenas que escapan de su vida cotidiana, ofrecen información alejada de la realidad a sus seguidores porque su objetivo es vender.
Mashable señala que actualmente hay empresas dedicadas a fabricar cuentas falsas para que sirvan de influenciadoras. “La modelo Alexa Rae (calibeachgirl310) y la fotógrafa de viajes Amanda Smith (wanderingggirl) son dos influenciadoras de Instagram. El mes pasado, se les ofrecieron campañas, pero nunca las completaron”.
“Alexa y Amanda no son reales. Son la creación de Mediakix, una empresa de marketing que trabaja con marcas e influenciadores en YouTube, Instagram, Snapchat y blogs. Alexa es un modelo a la que Mediakix pagó para posar en fotos de la cuenta”, señala.
Las fotos del diario Amanda son de un simple banco de imágenes. Esta agencia de marketing paga 300 dólares a las modelos y a cambio puede recibir hasta mil millones al año, por pago de campañas para marcas.