Tras la millonaria multa europea a Google por abuso de posición dominante, el gigante de la web es investigado en Estados Unidos donde la crítica a la grandes firmas tecnológicas irrumpió en la política.
La Comisión multó en junio a Google en 2.400 millones de euros por favorecer a su propio comparador de precios "Google Shopping".
El mismo organismo europeo investiga actualmente otros dos emprendimientos de Google: su sistema de telefonía inteligente Android y su administrador de publicidad AdSense.
La comisión emprendió una cruzada contra las grandes tecnológicas y también Apple y Amazon están en su mira.
La multa europea a Google constituyó "indudablemente" un giro, dijo Scott Cleland, consultor y autor de "Search and Destroy - Why we can't trust Google" (Buscar y destruir - Porqué no podemos confiar en Google).
"El gran cambio en Estados Unidos ocurrió cuando la multa (europea) fue anunciada" dijo. "Nadie en la Casa Blanca o el Congreso salió a defender públicamente a Google", afirmó. "El silencio fue ensordecedor", remarcó.
El propio presidente Donald Trump nunca ocultó su hostilidad hacia los grandes nombres de Silicon Valley.
Google, pero también Facebook o Twitter, son criticadas por demócratas y republicanos que sostienen que sirvieron de herramienta para acciones de desinformación atribuidas a Rusia en la campaña para las elecciones de 2016.
Google no sólo enfrentará años de investigaciones de la Comisión Europea, apuntó Mark Blafkin, de la asesoría de comunicación Vrge Strategies. Esas acciones europeas "podrían servir de base para organismos reguladores de la competencia en todo el mundo", añadió.
La multa europea abrió "una primera brecha significativa". dijo.
El propio fiscal de Misuri menciona esa multa para sostener sus argumentos contra Google.
"Cuando una empresa como Google accede a tantas informaciones sobre los consumidores, es mi deber asegurarme que las utiliza apropiadamente", dijo el fiscal.
Google, en respuesta, ha dicho que cuenta con "sólidas medidas de protección de la vida privada".
Fiscales de otros estados podrían emular al de Misuri y sumarse al movimiento contra Google, estimó Cleland, quien apuntó que el tema preocupa tanto a demócratas como a republicanos.
Con suerte diversa, estados como Misisipi Utah o Texas ya emprendieron acciones contra Google, recordó.
"Me asombraría mucho que no hubiera una nueva demanda oficial" ya sea del FTC (organismo regulador de Estados Unidos) fiscales o el departamento de Justicia, dijo Cleland.
"El mayor desafío de Google es que el paisaje político de Estados Unidos ha cambiado", afirmó.
"En la era Trump hay un movimiento político cruzado que proviene de los dos partidos y que quiere hacerle rendir cuentas a Google y otras grandes tecnológicas por asuntos como la competencia abusiva, 'fake news' (noticias falsas), entre otros", indicó.
En 2012 y 2013 Google había llegado a acuerdos amigables con la FTC y 38 estados de la Unión para terminar con litigios sobre sus actividades.
La FTC se ha mostrado poco dispuesta a aplicar sanciones. Tras destacar "los evidentes beneficios para los consumidores y la innovación tecnológica", la FTC se declaró recientemente hostil a utilizar normas anti-trust contra los gigantes de la tecnología.