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El gobierno de Estados Unidos anunció el martes planes para reducir drásticamente los límites a las visas para trabajadores altamente especializados, una medida que funcionarios dijeron era una prioridad debido a la pérdida de empleos causada por la pandemia de coronavirus.
Funcionarios del Departamento de Seguridad Nacional y del Departamento del Trabajo dijeron que las nuevas reglas para lo que es conocido como el programa H1-B restringirán quiénes pueden obtener una visa de trabajo e impondrán requerimientos salariales adicionales a las compañías que pretendan contratar a trabajadores extranjeros.
El secretario interino de seguridad nacional Ken Cuccinelli dijo que una tercera parte de las personas que han solicitado visas H1-B en años recientes habrían sido rechazadas bajo las nuevas reglas, que incluirán además límites al número de ocupaciones especializadas disponibles en el programa.
En junio, el presidente Donald Trump emitió una orden en la que suspendió temporalmente el programa H1-B hasta fin de año.
Las nuevas reglas reflejan un intento de mayor calado para reducir la inmigración documentada e indocumentada, un asunto importante para los simpatizantes de Trump, aunque menos prominente en su campaña este año que en el 2016.
Un nuevo requerimiento de que los empleadores paguen salarios más elevados a los trabajadores extranjeros entrará en vigor en los próximos días, reflejo de la necesidad de ayudar al mercado laboral a recuperarse de la parálisis causada por el coronavirus, dijo el subsecretario de Trabajo Patrick Pizzella.
“Con millones de estadounidenses buscando trabajo en momentos en que la economía todavía no se recupera, se necesita una acción inmediata de protección contra el riesgo que la mano de obra extranjera de bajo costo puede representar para el bienestar de los trabajadores estadounidenses”, dijo Pizzella.
El programa H1-B fue creado durante la presidencia de George H.W. Bush para ayudar a las compañías a cubrir puestos especializados en momentos en que el sector tecnológico comenzaba su auge y era más difícil encontrar a trabajadores calificados. Muchas compañías insisten en que aún necesitan el programa para cubrir posiciones clave.
Entre sus críticos están líderes sindicales y personas que quieren límites a la inmigración legal. Pero los partidarios argumentan que los poseedores de visas H1-B no les quitan empleos a estadounidenses y ayudan a expandir la economía y a crear oportunidades.