Y si bien no se trata de pagar por ella sino invertir, este programa creado por el Congreso de Estados Unidos en 1990 tiene como propósito incentivar la inversión extranjera en el país, otorgando una visa a quienes aporten entre medio y un millón de dólares a un proyecto empresarial que genera al menos 10 empleos durante 2 años, luego de lo cual abre el camino a la residencia permanente y después de un tiempo hasta la ciudadanía.
Pero el programa de visas EB-5 es parte de un proyecto de ley que se votará el 23 de marzo y que podría cambiar la jugada, incrementado el monto de la inversión y el número de empleos para quienes deseen obtener la visa.
El programa EB-5 como tal se ha venido extendiendo por varios años y se espera que vuelva a conseguir una extensión al menos hasta el fin de año fiscal en septiembre.
El senador Chuck Grassley, de Iowa es uno de los críticos del programa de visas de inversionista, afirma que los centros regionales que consiguen las inversiones extranjeras para sus proyectos inmobiliarios deberían ser cerrados.
“Le pido a líder de la mayoría y al líder de la minoría Chuck Schumer y a todos mis colegas que valoren la integridad de nuestro sistema de inmigración y que se unan conmigo para acabar con estos centros”
Estados Unidos emite 10 mil visas EB-5 anualmente y el 90% se otorgan a ciudadanos de China.
De acuerdo con Forbes, el programa se encuentra bajo escrutinio y la Casa Blanca pretende en cualquier caso eliminarlo tal y como está diseñado, incluyendo que la inversión no sea el único requisito para lograr la tarjeta green card sino como una forma de ganar puntos dentro de un sistema más amplio que otorgue visados en función a méritos (educación, empleo, etc.)