La mañana del miércoles 19 de abril, Aaron Hernández fue encontrado muerto en su celda de la prisión Souza Baranowski Correctional Center en Shirley, Massachusetts.
La ex estrella de los Patriotas de Nueva Inglaterra, quienes se encontraban de visita en la Casa Blanca ese mismo día celebrando su último campeonato, se colgó, acabando con su vida, indican reportes de medios en Estados Unidos.
De joven Hernández era un “Golden Boy” del deporte, lo mismo jugaba futbol americano, básquetbol, y era un excelente corredor de pista, al igual que su padre, hermano y tío quienes eran atletas conocidos en la comunidad donde creció.
Su padre, lo animaba a entrenar intensamente, viendo el potencial que tenía el joven para llegar a donde él no había conseguido hacerlo.
Aaron Hernández lo logró, un año después de la muerte de su padre en 2006, fue reclutado por Los Gators de University de Florida.
En 2010, decidió abandonar la universidad y convertirse en agente libre profesional y fue reclutado por New England Patriots.
Para el final de su segunda temporada con el equipo de Tom Brady se había convertido en una estrella, jugando un papel importante en el campeonato del 2011 y con un contrato de 40 millones de dólares.
La caída del ídolo deportivo te la compartimos en la siguiente galería.