Para el regreso paulatino a las actividades laborales diarias, los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades de Estados Unidos se dieron a la tarea de lanzar nuevas normas para prevenir y controlar el contagio de coronavirus, específicamente en las oficinas.
Las autoridades de salud señalan que la vida dentro de la oficina no volverá a ser igual luego de la pandemia, ahora los trabajadores y empleadores deberán seguir una serie de órdenes que se tendrán que llevar a cabo desde su traslado al trabajo, hasta finalizar la jornada.
Las nuevas pautas de los CDC para complejos de oficinas señalan que antes de volver a utilizar un edificio, éste debe cumplir con una serie de lineamientos como un correcto funcionamiento de sistemas de ventilación, ya sea para calefacción o aire acondicionado; aumento en la circulación del aire exterior a través de ventanas abiertas y puertas, así como el uso de ventiladores.
Asimismo, las estaciones de trabajo deben estar separadas entre sí con barreras transparentes o físicas; debe haber letreros o marcas que identifiquen la distancia. Además, se tendrán que cambiar periódicamente artículos de alto contacto como cafeteras, refrigeradores, estantes, alimentos a granel y alimentos preenvasados.
Las superficies de alto contacto como puertas, teclados, teléfonos, pasamanos, impresoras, escritorios, picaportes y más tienen que contar con una rutina diaria de limpieza y desinfección.
Es indispensable que se realice una evaluación del lugar de trabajo para identificar y limitar el uso de los lugares donde hay más posibilidad de transmisión del coronavirus.
Tales como áreas comunes de encuentro, incluidas salas de reuniones, de descanso, cafetería, áreas de espera, rutas de salida y entrada.
El personal debe respetar una distancia superior a los dos metros de distancia.
Los CDC recomiendan identificar a los trabajadores enfermos o con síntomas, aislarlos del resto del equipo, proporcionarles mascarillas faciales y enviarlos a su casa con la orientación de un profesional sanitario.
Se debe realizar limpieza y desinfección continua de los lugares de trabajo, en especial de los empleados que muestren signos de enfermedad.
Al iniciar la jornada, los empleados deberán someterse a un control de temperatura y síntomas, los empleadores deberán desarrollar estrategias para evitar aglomeraciones durante las revisiones.
Se insta a las empresas a impulsar turnos escalonados, horarios de inicio, descansos y horarios de término para reducir la densidad de empleados en las áreas.
Los empleadores tienen la obligación de suministrar papel, toallas desechables, jabón, agua, desinfectante de manos y otros artículos de limpieza a todos sus empleados.
Las políticas de prevención deben prohibir el apretón de manos y abrazos; se sugiere un límite en el uso y ocupación de ascensores, además de impulsar el uso de áreas al aire libre para practicar el distanciamiento social y realizar cualquier actividad de grupos pequeños.
Se sugiere que los empleadores ofrezcan incentivos a los empleados que viajan en transporte público o viajes compartidos a buscar métodos más sanos para llegar e irse del trabajo como el uso de bicicleta, caminar, conducir en automóvil sólo o con un miembro de sus respectivas familias.
Los empleados tienen la responsabilidad de protegerse durante sus traslados en transporte público con mascarillas faciales y de su limpieza luego de utilizarlos.