Airbnb ha crecido en gran magnitud durante los últimos años, pues es una manera fácil y efectiva de conseguir estancias. Esta nueva modalidad va muy relacionada con la confianza, tanto del ofertante como de quien busca hospedaje.
Para quien ofrece estancias es verdaderamente importante mantener la seguridad de su habitación. Está en su derecho de poner cámaras siempre y cuando advierta al visitante y mantenga las áreas de baños y dormitorios libres.
Las políticas de privacidad de Airbnb son claras: los dispositivos de vigilancia deben ser cuestión de consenso entre anfitrión e invitado. Pero los invitados también deben respetar esa regla.
Si quien alquila instala un equipo de vigilancia y no avisa al invitado, la plataforma permite al visitante cancelar la reserva y recibir un reembolso. Para el host las posibles consecuencias son penalización por cancelación y se eliminará de la plataforma mientras se realiza una investigación.
Ya se ha reportado un caso en Toronto y otro en Florida, donde los huéspedes perciben algo sospechoso y encuentran cámaras ocultas tras un reloj o el detector de humo. Es un temor presente entre los turistas, pero se está trabajando sobre la plataforma para recuperar la confianza.
El consejo es que al llegar a un Airbnb preguntes al propietario si existen soluciones inteligentes en el lugar de las que debas saber. Puedes permitir o no que estén encendidos e incluso ver lo que graban o cómo funcionan. Al final puede que también sean útiles para ti.
Visita la galería y descubre los dispositivos de vigilancia que considera Airbnb