La primera ronda de recortes en la planta de Carrier Corp. en Indianápolis dio inicio ayer jueves con el despido de 340 empleados de la compañía, a pesar de las promesas del presidente Donald Trump por salvar los trabajos en esta industria manufacturera.
La notificaciones de despidos ya están en marcha, una medida que la compañía esta tomando a raíz del traslado de algunas de sus operaciones a México. Se estima que dicho cambio inicie a finales de 2017.
La planta de Carrier de Indianápolis, que fabrica hornos de gas y sistemas de aire acondicionado, tiene planeado el despido de al menos 1,400 personas; de acuerdo con el cronograma de la compañía, se espera que una segunda ronda de recortes ocurra el 22 de diciembre del presenta año.
El equipo de Carrier espera que su traslado a México le permita el ahorro de 65 millones de dólares anuales.
El año pasado Trump convirtió a Carrier en el centro de sus críticas durante la campaña, la empresa accedió a eliminar su plan de traslado a México y mantener en Indiana cerca de un millar de empleos, a cambio, eso sí, de sustanciales rebajas de impuestos.
Pese al anuncio de Trump, y aunque Carrier se ha comprometido a dejar 800 empleos directos y 300 más de administración en Indiana, la empresa mantuvo su intención de mover otros 700 a sus instalaciones en Monterrey (México) y cerrar otra fábrica en Huntington, en el mismo estado, donde hay 700 personas empleadas.
*Con información de EFE