La temporada de fin de año ya inició y con ellas las compras de último momento que ponen de cabeza a cualquier persona, tienda o almacén.
En Estados Unidos se lleva a cabo el Black Friday, un día de compras y ventas masivas que dan paso a la época navideña con significativas promociones en tiendas minoristas y almacenes, principalmente.
El término de Black Friday es una referencia al “pánico financiero” que se produjo en 1869, cuando los inversores Jay Gould y Jim Fisk provocaron el aumento en los precios del oro y el desplome del mercado bursátil en Estados Unidos como consecuencia.
El uso moderno del término data de la década de los 50, cuando se popularizaron las compras masivas que se hacían después de Thanksgiving. Según cuenta la historia, la policía de Filadelfia se quejó de la afluencia de personas en la ciudad que salían a hacer sus compras de fin de año. Fueron estas autoridades que en la década de 1950 bautizaron el acontecimiento con una connotación negativa, pero con el paso del tiempo, se volvió algo positivo para la economía estadounidense.
Entre 1970 y 1980, la idea de vincular las compras de fin de año con el nombre de Black Friday ganó popularidad hasta convertirse en lo que hoy en día se conoce gracias a la competencia de los minoristas y su deseo de vender más a mejores precios.
Este año, el conocido Black Friday o viernes negro se llevará a cabo el viernes 29 de noviembre, un día después de Thanksgiving. Sin embargo, se espera que la derrama económica de los estadounidenses inicie con anticipación y se extienda todo el fin de semana hasta llegar al Cyber Monday, un día de compras masivas similar, pero a través de internet que ocurre el lunes siguiente.
El viernes negro es uno de los pocos y más baratos días del año, con ofertas, promociones o facilidades de pago en aparatos electrónicos, dispositivos móviles, computadoras, ropa, zapatos, juguetes entre otros productos más.
En México hay un día similar llamado el Buen Fin, que sucede antes. La influencia del Black Friday de Estados Unidos es tan poderosa que los mexicanos adoptaron un modelo de compra-venta similar con el Buen Fin, que este año se llevará a cabo del viernes 15 al lunes 18 de noviembre, dos semanas antes que su homólogo estadounidense.
Este fin de semana de compras masivas fue creado por el Gobierno de México y la iniciativa privada en 2011, con el objetivo de reactivar la economía mexicana y fomentar el consumo a precios accesibles.
A comparación del Black Friday, el Buen Fin colabora con tiendas minoristas y empresas afiliadas al programa, las cuales puedes consultar en elbuenfin.org.
Durante todo el Black Friday, las tiendas estadounidenses mantienen ofertas activas con hasta precios tres veces menores a su precio normal, el Buen Fin suele enfocarse en facilidades de pago, a meses sin intereses o con cierto tipo de descuento.
El viernes negro se ha celebrado desde la década de los sesenta, mientras que en México, el Buen Fin se hizo realidad en 2011 bajo el mandato presidencial del Felipe Calderón.
Black Friday ha tenido un estimado de 200 millones de compradores físicos por año, mientras que el Buen Fin suele combinar compradores físicos y en línea, la Asociación Mexicana de Venta Online estima ventas prominentes a más de 2.8 millones internautas.