Es un hecho que Elon Musk está obsesionado con el espacio, la tecnología y con las mentes brillantes, por eso fundó su propia escuela para crear a los próximos científicos y multimillonarios que dominarán el mundo en las siguientes décadas.
Ad Astra, es la escuela que el empresario, de 51 años, abrió hace algunos años para que sus hijos estudiaran junto a un grupo de niños superdotados que puedan continuar con su legado en el mundo de los negocios y la ciencia.
Se sabe que Elon Musk abrió el misterioso colegio en 2014, en Los Ángeles, California como Ad Astra School.
Ad Astra no es sólo la película de culto protagonizada por Brad Pitt en 2019, sino que es un término del latín hacia las estrellas, más profundo apegado a la ciencia espacial. Ad significa la dirección del espacio y tiempo y Astra es el plural de astrum o estrella.
El término es usado por organizaciones de las fuerzas aéreas internacionales como la NASA, la Real Fuerza Aérea Canadiense, la Ad Astra Rocket Company de Texas y de las clases académicas de las fuerzas aéreas y de la guardia costera de Estados Unidos.
En 2015, el dueño de Tesla le detalló a Beijing TV que la escuela es completamente distinta a las convencionales, “sin calificaciones”.
Está dirigida para “atender la educación para que coincida con las aptitudes y habilidades” de los alumnos, incluidos sus hijos.
Desde esta charla, Elon no ha dado más información sobre la escuela, aunque se sabe que es exclusiva, prestigiosa entre superdotados millonarios y que tiene un método educativo innovador.
El colegio privado Ad Astra está ubicado en la sede de SpaceX de California. Cuando fue fundada, la escuela recibió a cinco hijos de Elon, a hijos de empleados de SpaceX y Tesla y a niños superdotados de conocidos millonarios del empresario.
De acuerdo con documentos presentados ante el Servicio de Impuestos Internos de Estados Unidos (IRS), la escuela recibe niños de entre 7 y 14 años y fue diseñada para “superar las métricas escolares tradicionales en todos los temas relevantes a través de experiencias únicas de aprendizaje basadas en proyectos”.
Asimismo, tiene el objetivo de inculcar “un fuerte sentido de la justicia” y “habilidades de pensamiento crítico necesarias para marcar la diferencia”.
Entre las materias principales destacan codificación, matemáticas, química, física, además de pasatiempos como luchas con robots y juegos de dodgeball para compensar las clases de gimnasia obligatorias en escuelas de Estados Unidos y proyectos como la creación de globos meteorológicos y exploración espacial.
IRS informó que la escuela recibió en su primer año un ingreso de casi medio millón de dólares con un cuerpo estudiantil de menos de 50 alumnos.
La revista Ars Technica informó en 2018 que decenas de familias habían intentado inscribir a sus hijos a la exclusiva escuela sin éxito.