Todos conocemos a una persona, un amigo, hermano, colega que siempre llega tarde al trabajo, a eventos sociales o reuniones familiares (si no conoces a nadie, tal vez seas tú)
Y aunque la puntualidad es una cualidad celebrada y para la cual nos estrenan toda la vida, esos que siempre llegan tarde podrían ser más felices e incluso exitosos que la gente puntual.
Las personas desorganizadas a menudo llegan tarde y son también más espontaneas y extrovertidas, con mejor espíritu y más juguetonas, de acuerdo a un estudio de tipos de personalidad.
Pero según Diana Delonzor, una especialista en manejo de tiempo y autora del libro “Never be late again” , los que siempre llegan tarde son en efecto más optimistas y poco realistas y esto afecta su percepción del tiempo.
Creen que pueden recoger la ropa de la tintorería, ir al supermercado y dejar a los niños en la escuela en una hora. Lo que sucede es que recuerdan esa única ocasión hace tiempo cuando consiguieron hacer todas esas tareas en 60 minutos, pero olvidan todas las veces que no fue así.
Diferentes tipos de personas perciben el tiempo de modo diferente, de acuerdo a un estudio de San Diego State University.
Las personalidades tipo A (como se identificó para propósitos del estudio) son las competitivos, organizados e impacientes, mientras que los tipo B son más relajados, desorganizados y creativos.
Otro estudio realizado en Nueva York con operadores del metro encontró que aquellos que gustan de realizar varias tareas al mismo tiempo suelen llegar tarde, porque al llenarse de actividades suelen perder la noción del tiempo.
Ser muy positivo también te hace llegar tarde, pero también te permite concluir más tareas, un estudio de Metropolitan Life realizado entre vendedores encontró que aquellos con personalidad optimista solían completar hasta 88% más ventas que sus colegas.
Así que tal vez llegues 5 minutos tarde al trabajo, pero según estos estudios tu vida estará más libre de estrés y te sentirás más feliz.