La naturalización es el proceso mediante el cual se otorga la ciudadanía estadounidense a un extranjero. Para obtenerla, el solicitante debe cumplir con los requisitos estipulados en la Ley de Inmigración y Nacionalidad.
Quienes se naturalizan como ciudadanos adquieren derechos, pero también deben cumplir con obligaciones ante el gobierno.
No es común que las autoridades revoquen la ciudadanía a un naturalizado, pero Donald Trump creó un departamento encargado “específicamente” de retirar la ciudadanía a terroristas, criminales de guerra, violadores de los derechos humanos, delincuentes sexuales y a personas que la hayan obtenido de manera fraudulenta.
De acuerdo con los Servicios de Ciudadanía e Inmigración de Estados Unidos (USCIS), una persona naturalizada puede estar sujeta a la revocación de la naturalización por los siguientes motivos:
Si las autoridades descubren que no era elegible para la ciudadanía o la obtuvo ilegalmente, pueden iniciar un proceso de revocación. Esto incluye irregularidades en los requisitos de residencia, de presencia física o de buen carácter moral.
Revocarán la ciudadanía aún cuando la persona fue víctima de un engaño. Por supuesto, también si ocultó u omitió hechos o tergiversó su historia de manera deliberada.
Las mentiras pueden haberse dicho en la entrevista de ciudadanía o en los documentos entregados-
USCIS explica que pueden revocarla a afiliados a partidos totalitarios u organizaciones terroristas. Esto va en contra de la Constitución y el “buen orden” en el para el país.
Si la persona obtuvo su ciudadanía por servir a las Fuerzas Armadas y después las abandona en “condiciones poco honorables” pueden quitársela. El requisito de servicio es de al menos cinco años.
Según las leyes de Estados Unidos, una persona puede perder la ciudadanía si ocupa un puesto político en un país extranjero y afirma explícitamente que su lealtad está con dicho país. También corre el riesgo de perderla si ingresa al Servicio Militar de una nación en conflicto con Estados Unidos.
Renunciar a la ciudadanía estadounidense tiene consecuencias: renuncias a tus derechos y si no te conviertes en ciudadano de otra nación puedes convertirte en apátrida, remarca el Departamento de Estado.