Durante 2017 los estados de la Unión Americana gastaron un total de 83 mil millones de dólares para financiar la educación superior pública, casi 7 mil 600 dólares por estudiante inscrito en una universidad.
Wyoming y Alaska además reciben una gran cantidad de recursos en impuestos por explotación de recursos naturales, por lo que pueden gastar más por estudiante.
Por otro lado los estados de New Hampshire y Vermont son los que menos dinero invierten por estudiante, pero eso se debe a que cuentan con una amplia red de instituciones privadas.