Uno de los momentos más esperados del año para millones de niños mexicanos es el Día de los Reyes Magos, tradición conocida por ser la fecha en la que se reciben los regalos que Melchor, Gaspar y Baltazar dejan bajo el árbol de Navidad.
Hay diferentes formas de pedir los obsequios, desde lanzar al cielo una carta amarrada a un globo, hasta dejar la lista dentro de un zapato, pero, ¿de dónde viene esta costumbre?
Se dice que los tres Reyes Magos fueron guiados por una estrella hasta el lugar donde se encontraba el ‘Niño Jesús’ y le llevaron una ofrenda con oro, incienso y mirra para celebrar su nacimiento. En la actualidad los niños mexicanos le piden un regalo a cada ‘rey del oriente’ para conmemorar el suceso.
La mirra es una resina extraída del árbol commiphora myrrha conocida por sus propiedades curativas y aromáticas, proviene de algunas regiones del noroeste de África, pero también se puede encontrar en Turquía y Arabia.
Se trata de una sustancia gomosa de color amarillo que en la antigüedad se utilizaba para múltiples actividades como la elaboración de perfumes, la preparación de cremas para aliviar dolores o para masajes relajantes.
Sin embargo, uno de sus usos más habituales era para el embalsamiento de los muertos debido a sus cualidades antisépticas que evitaban la putrefacción temprana.
Los Reyes Magos le llevaron a Jesús en su nacimiento una ofrenda con tres regalos, que según las creencias religiosas, tienen un trasfondo simbólico detrás.
La celebración del Día de los Reyes Magos se realiza cada 6 de enero en México, mismo día que los niños despiertan para encontrar sus regalos bajo el árbol de Navidad y se reúnen las familias mexicanas para comer la rosca de reyes.
Una de las costumbres más representativas, es que si al partir la rosca de reyes sale el muñeco del Niño Jesús, la persona que cortó la rebanada deberá poner los tamales el 2 de febrero en el ‘Día de la Candelaria’.