Convertirse en ciudadano estadounidense no es un proceso sencillo. Quien solicite la naturalización debe haber vivido como residente permanente en EU durante los cinco años previos a la solicitud; durante tres, si el cónyuge es un ciudadano estadounidense.
Además, debe haber aprobado el examen de ciudadanía y vivido por lo menos tres meses en el estado o distrito donde solicita registrar su domicilio.
El Departamento de Estado señala que las acciones consistentes con la retención de la nacionalidad estadounidense incluyen, pero no se limitan a, viajar con pasaporte estadounidense, votar en las elecciones, pagar impuestos y mantener la residencia.
Aunque la retención de la ciudadanía se evalúa caso por caso, ésta puede perderse si se decide renunciar a ella o bajo ciertas circunstancias.
Según las leyes de Estados Unidos, una persona puede perder la ciudadanía si ocupa un puesto político en un país extranjero y afirma explícitamente que su lealtad está con dicho país. También corre el riesgo de perderla si ingresa al Servicio Militar de una nación en conflicto con Estados Unidos.
“Perderá la ciudadanía quien intencionalmente adquiera la de un país extranjero, excepto si la adquiere por matrimonio o registra su doble nacionalidad. Si se naturaliza, pero manifiesta su lealtad a Estados Unidos, puede conservar ambas”, explican en su página de internet.
De acuerdo con la presunción administrativa, cuando una persona comete uno de los actos anteriores, esa persona conservará la nacionalidad estadounidense a menos que indique lo contrario.
Cometer un acto de traición contra Estados Unidos sí implica la pérdida de ciudadanía. Bajo el concepto de traición se enmarca: “hacer la guerra o en adherirse a enemigos, brindándoles ayuda y consuelo. Ninguna persona será condenada por traición a menos que cuente con el testimonio de dos testigos del mismo acto abierto, o confesión en audiencia pública”.
Renunciar a la ciudadanía estadounidense tiene consecuencias: renuncias a tus derechos y si no te conviertes en ciudadano de otra nación puedes convertirte en apátrida.
No tomes esta decisión a la ligera.