Los usuarios de internet por varios meses han comentado sobre una teoría que apunta a que Melania Trump, la primera dama de Estados Unidos, es supuestamente una espía rusa.
Los rumores se basaron en un que la esposa de Donald Trump conversó con el presidente de Rusia, Vladimir Putin, en el marco de la Cumbre del G-20 de 2017, y los presentes en una cena aseguraron que ambos personajes se mostraron muy amistosos.
Según reportó The Independent, Putin y Melania hablaron por más de dos horas durante la cena, luego de que decidieron no sentarse con sus respectivas parejas.
Las sospechas aumentaron tras la difusión del artículo The Name is Trump, Melania Trump, en donde Lev Raphael hacía de las teorías conspirativas en forma de sátira sobre Trump y Rusia, pero algunos lo tomaron como un artículo verdadero.
A inicios de este año, se reveló que Rusia comprometió algunos sistemas de registro electoral en algunos estados de la Unión Americana durante el proceso electoral donde Donald Trump fue elegido como presidente.
Sin embargo, no hay ningún indicio real que apunte a que la primera dama fue enviada por Rusia para ser la esposa de Trump años antes de su postulación a la presidencia de Estados Unidos.
Lo único que tienen en común Melania y Vladimir Putin es que ambos pertenecieron a la Unión Soviética, cuando todavía existía. La primera dama nació en Eslovenia, antes parte de Yugoslavia, y sabe hablar seis idiomas, entre ellos su idioma natal, por lo que fácilmente puede entablar conversaciones con el presidente de Rusia.
La ex modelo ha sido blanco de diversas teorías, entre las que destaca una sobre que argumenta que Melania tiene una doble dentro del Servicio Secreto por el parecido físico que tienen, de acuerdo con Business Insider.
Consulta en la galería de arriba algunos datos que quizá no sabías de Melania Trump.