La pandemia por coronavirus podría acelerar la fuga de cerebros en México, advierte el Dr. Andrew Almazán, director de Investigación del Centro de Atención al Talento (CEDAT).
El especialista en Desarrollo Cognitivo e Innovación Educativa explica que la crisis económica, la falta de oportunidades educativas y la pérdida de empleos acentuados con la crisis sanitaria pueden llevar a que una persona sobredotada busque emigrar rápidamente.
“México es de los países que más ha resentido la crisis económica. Ya tenía problemas para retener el talento en condiciones normales. Ahora que ocurre un decrecimiento considerable, más. Hay países que, incluso, buscan el talento. Si hay un sentimiento social pesimista de que las cosas van mal, buscarán opciones afuera”, señala en entrevista con Vive USA de EL UNIVERSAL.
El concepto fuga de cerebros se entiende como la emigración de personas altamente calificadas, cuya movilidad deja un impacto negativo de pérdidas económicas y atraso de desarrollo en el país que dejan.
La metáfora surgió en Reino Unido en 1957. Andrew Almazán profundiza: es la emigración de personas talentosas con un IQ mayor a 115, que al país le hubiera convenido que se quedaran.
“México invierte en preparar a un joven sobredotado y se va terminando la licenciatura. Eso es la fuga de cerebros, por eso es tan importante para una sociedad”.
El CEDAT estima que hay más de un millón de niños genio mexicanos, pero sólo el 5% ha sido detectado. De acuerdo con sus investigaciones, con la crisis derivada de la pandemia, existe riesgo de “perder” a cerca del 50% de estos menores en los próximos 10 años.
“La mayoría de ellos termina adaptándose al sistema educativo tradicional, con lo que su potencial intelectual se reducirá significativamente. La mitad de ellos podría emigrar del país en espera de tener mejores oportunidades para desarrollar sus capacidades”, sostuvo el Dr. Andrew Almazán Anaya.
No se puede hacer una estimación de quiénes se irán más rápido. Ejemplifica que un niño genio que actualmente tiene 12 años, a los 22 ya puede emigrar. Uno que ahora tiene 5 puede pensar en dónde estudiar la universidad a los 15.
Si hay una aceleración de fuga de cerebros en México, se vería reducido el desarrollo de las ciencias, de nuevas patentes, la creación de empresas y el emprendimiento.
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Estados Unidos y Canadá son dos de los países más atractivos para los migrantes calificados. Tienen las mejores universidades del mundo y ahí se asientan grandes empresas de tecnología.
El gobierno de Donald Trump ‘congeló’ la emisión de visas de trabajo hasta 2021 por considerar que los extranjeros pueden ocupar puestos valiosos para los estadounidenses durante la crisis económica.
Sin embargo, Andrew Almazán remarca que esta suspensión es temporal y que, en cuanto se reactiven las visas, puede incrementarse la emigración de talentos.
“Las visas de estudiante sí están activas, las universidades americanas están atrayendo el talento. No se detuvo el proceso, solamente está más lento. No podemos pensar en que la fuga de cerebros se va a detener porque hay una política de viaje temporal”.
El director de Investigación del CEDAT enfatiza que México debe reconocer los beneficios de retener a los niños y jóvenes genio.
“Estamos hablando de la riqueza intelectual de México. Ellos, más que nadie, tienen la capacidad para revertir la crisis porque son emprendedores innatos y por lo tanto, futuros creadores de oportunidades y empleos”.
Si México quiere retener al talento debe actuar con urgencia, pero con una estrategia conjunta. Es necesario invertir más en el diagnóstico, atención y educación de niños sobredotados, pero también en incentivos para el desarrollo de nuevas empresas. Tienen una mentalidad de emprendimiento y con el apoyo económico necesario pueden lograrlo.
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Otro incentivo para su permanencia son las becas. El egresado de Harvard y Yale, explica que no sólo funcionan como apoyo económico, sino también como incentivo social y emocional.
En sus palabras, el hecho de que alguien la reciba es un reconocimiento implícito. Se da un mensaje de que a México le interesa que esa persona se quede en el país.
De acuerdo con el CEDAT, los países con mayor proporción de jóvenes sobredotados (que logran retenerlos) impactan en 61% la innovación en ciencias, tecnología, ingeniería y matemáticas; mientras que las economías con menor población sobredotada lo hacen tan solo en 16%.
Las personas que emigran lo hacen por una variedad de razones: por buscar un mejor trabajo, mayor remuneración económica o calidad de vida para ellos y su familia.
Andrew Almazán es un convencido de que se puede tener éxito en México. Sin embargo, reconoce los beneficios que trajo a su vida estudiar en el extranjero. Estuvo fuera para estudiar en Harvard y Yale, dos de las mejores universidades de Estados Unidos.
Su plan siempre fue regresar a México para trabajar en el CEDAT e impulsar la investigación sobre niños sobredotados en México. Lamentablemente un bajo porcentaje de los talentosos regresa, del 10% al 20%.
El Dr. Andrew Almazán nació en Ciudad de México en 1994 y, desde pequeño, mostró intereses avanzados para su edad en ámbitos científicos y culturales. Ingresó a la universidad a los 12 años y fue nombrado “el niño genio mexicano” por Discovery Channel.
Actualmente, a los 25, tiene ocho títulos universitarios en escuelas de prestigio, como Harvard y Yale.
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