El gobierno de Estados Unidos cuenta con Green Cards (o Tarjetas Verdes) que otorgan la residencia permanente en el país a personas que cumplen con los requisitos necesarios.
Los beneficiados con este documento pueden trabajar y vivir en el país norteamericano legalmente. Después de cinco años de residencia, pueden solicitar la ciudadanía si son elegibles.
Existen diferentes formas de obtenerla: por medio de un trabajo (Formulario I-140), por solicitud de asilo (Formulario I-589), por petición de empresario extranjero (Formulario I-526) y la más común… mediante lazos familiares (Formulario I-130).
Pew Research Center informa en su página web que, aproximadamente, el 44% de las Green Cards que se otorgan al año se dirigen a inmigrantes patrocinados por familiares.
“Las categorías relacionadas con el empleo representaron el 14% de las Tarjetas Verdes de 2015. Los refugiados (11%) y las personas que recibieron asilo (3%) juntos formaron una parte similar”, anotan D’Vera Cohn y Neil G. Ruiz. Las Green Cards de diversidad representan el 5%
El estatus de residencia permanente por vía de<span ><strong> Green Card</strong></span> se otorga a inmigrantes que llegan desde el extranjero, pero también a personas que ya viven en Estados Unidos y hacen el trámite para ajustar su estatus migratorio.
Teniendo en cuenta este dato, los países cuyos ciudadanos recibieron más Green Cards en el año fiscal de 2015 (último reportado por Pew Research y el Departamento de Seguridad Nacional) son:
Donald Trump ha presentado un plan migratorio para reducir el número de Green Cards que se otorgan por lazos familiares. También quiere limitarlas para aquellos que necesiten de programas gubernamentales para subsistir. Sin embargo, sus propuestas han sido bloqueadas —hasta el momento — por el Poder Judicial.