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Al parecer, la primera dama de Estados Unidos sigue molesta con Donald Trump y no duda en demostrarlo pese a que se encuentre bajo el lente de los fotógrafos. Y es que en menos de tres días, Melania lo ha desairado en público en dos ocasiones, ésto durante el primer viaje que realiza el magnate al extranjero como Presidente.
Ahora, el desencuentro de la pareja presidencial ocurrió a su llegada a Roma. Melania impidió que Donald Trump le tomara la mano en la escalinata del Air Force One.
La primera dama usó el cabello como pretexto para mantener su mano ocupada y evitar así que el Presidente la tocara. Trump no tuvo más remedio que tocar a su esposa por detrás.
El otro desencuentro público ocurrió hace unos días, cuando arribaron a Israel. Ahí frente a diplomáticos, Melania lanzó un "manotazo" al Presidente cuando éste intentó tomarle la mano. Ella prefirió distanciarse uno o dos pasos de su marido, mientras él saludaba a diplomáticos.
