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Cuando Jeff DeYoung supo que su perro tenía cáncer en los huesos, arrojó su teléfono contra la pared y se escondió debajo del escritorio del veterinario. La idea de que su compañero de vida iba a morir lo puso a pensar en todos los momentos que habían compartido.
DeYoung es un marino estadounidense retirado. Cuando fue enviado a Afganistán, en 2009, le dieron un perro para que lo ayudara a detectar bombas en las misiones. Lo llamó Cena.
Tras un cuestionario de personalidad que los emparejó, hicieron frente en la unidad de infantería estadounidense. Aunque Jeff se retiró del cuerpo de marinos en 2013, adoptó a Cena en 2014, luego de que el perro presentara estrés post-traumático.
Jeff contó a Fox News que Cena se convirtió en su perro de servicio cuando empezó a notar que todo era mejor cuando estaban juntos. “Para él era más fácil salir conmigo, era menos ansioso en público y podía hacer más cosas cuando estaba a mi lado”, declaró.
Hace un par de semanas, DeYoung notó que su compañero de misiones tenía problemas para moverse. Los veterinarios le detectaron cáncer en los huesos y, desde entonces, su mundo cambió.
Jeff ha conmovido al mundo luego de que realizara una lista de deseos por cumplir, durante los últimos días de vida de Cena.
Busca un Jeep Wrangler en Muskegon, Michigan, para disfrutar de su último viaje juntos. En la página GoFundMe, se ha creado un fondo para que Cena disfrute de la mejor comida y su dueño quiere honrarlo con una estatua, en agradecimiento a las veces que le salvó la vida. “En el extranjero, éramos él y yo contra el mundo”, recuerda.
La historia ha conmovido a los usuarios de internet, quienes ya realizan una colecta para cubrir el costo de la lápida.