La profesión de los maestros es una de las peores pagadas en Estados Unidos. Quienes construyen el “futuro” de ese país, pagan costosas licenciaturas y maestrías, pero reciben bajos salarios. Viven una crisis.
Una investigación de NPR señala que los profesores están en una encrucijada múltiple. Más de 2 mil profesionistas encuestados señalaron que tienen preocupaciones como el aumento del costo de la educación superior, la creciente dependencia de los préstamos para pagar posgrados y el cambio de las políticas en la administración de Donald Trump.
“Estoy sobrecargado y luchando” y “siento que haré el último pago en mi tumba” son algunas expresiones de quienes lidian con su deuda educativa.
“En la última década, los maestros de escuelas públicas han tenido un creciente incentivo económico para para obtener títulos de maestría, pero están realmente obligados a hacerlo”, explica Anya Kamenetz.
En los 145 distritos escolares, los profesores tienen la presión de obtener más grados para aumentar su salario en mil dólares año. Según el Consejo Nacional de Calidad del Maestro, el estado de Kentucky ofrece un aumento muy pequeño; a cambio, se necesitarán 10 años para pagar un préstamo de título de maestría.
Además, los maestros de escuelas públicas ganan 17% menos que cualquier otro profesional de la educación. NPR informa que en 1994, la brecha salarial era de sólo 1.8 por ciento. “Cuesta demasiado dinero convertirse en maestro y apenas se les paga por encima de la línea de pobreza”.
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