Los ciudadanos estadounidenses pueden casarse con extranjeros en su país, pero antes deben tramitar la visa K para su prometido.
La Embajada de Estados Unidos en México señala que está dirigida a ciudadanos extranjeros que “tienen la intención de contraer matrimonio con estadounidenses y luego desean convertirse en residentes permanentes legales, sin tener que abandonar el país”.
La “visa del prometido” otorga un plazo de 90 días para que los extranjeros viajen, realicen su boda y comiencen los trámites de su residencia permanente ante el Servicio de Ciudadanía e inmigración de aquel país.
Son elegibles para obtener la visa quienes demuestren que tienen la intención de casarse en los próximos 90 días. Si no cumplen con el ultimátum, las autoridades pueden cancelar sus visas o deportarlos por violar las leyes migratorias.
Ambos deben comprobar su soltería y que reunieron en persona al menos una vez en los dos años anteriores.
El proceso para obtener la visa K-1 involucra a USCIS, el Departamento de Estado y el Servicio de Aduanas y Protección Fronteriza. En cada etapa del proceso pueden cuestionar a la pareja sobre su historial migratorio y llevan controles de huellas dactilares e información biográfica.
Para hacer una petición de visa K-1, presenta el formulario I-129F ante USCIS para que reconozca la relación entre la pareja.
Ellos envían el formulario aprobado al Centro Nacional de Visas; posteriormente es enviado a la embajada o consulado más cercano al domicilio del peticionario extranjero.
El prometido acude a la entrevista en la embajada y lleva consigo los formularios y documentos requeridos. Un oficial consular determina si se concede o no la visa.
USCIS enfatiza que a partir de entrega de la visa, la pareja tiene 90 días para contraer matrimonio. Es válida por 60 días y para una sola entrada a Estados Unidos.
Después, el cónyuge extranjero puede solicitar la Tarjeta Verde de residencia permanente, válida por dos años.
Cada caso es diferente, pero esta guía te ayudará a casarte con un estadounidense.