La figura de la escuela pública ha quedado bajo la sombra en Estados Unidos. Durante décadas, los políticos se han volcado contra ella; le adjudican fracasos.
Erika Christakis hace un recuento en el portal The Atlantic sobre la situación. “En 2004, Rod Paige, entonces secretario de educación de George W. Bush, llamó al sindicato de maestros una ‘organización terrorista’. En su primer discurso de educación como presidente, en 2009, Barack Obama lamentó que ‘a pesar de los recursos incomparables, hemos dejado que nuestras calificaciones se resbalen, nuestras escuelas se desmoronen, la calidad de nuestros maestros se quede corta y otras naciones nos sobrepasen’".
Donald Trump no se ha quedado atrás. En su discurso inaugural, dijo que los “bellos estudiantes” han sido privados del conocimiento “por las escuelas que consumen dinero en efectivo” de la nación estadounidense.
Trump anunció el recorte de 9 mil millones de dólares a programas educativos que beneficiaban, principalmente, a niños de escasos recursos. El argumento del departamento de Educación fue que las escuelas públicas son un callejón sin salida. Acusaron que los profesores se preocupan más por un sistema creado en el siglo XIX que por los estudiantes.
Las descalificaciones no son recientes. Desde 1642, los puritanos abogaron un sistema que privilegiara la educación religiosa. Así se arraigó el desprecio, pero las cifras indican números récord de graduados en colegios públicos.
Christakis es profesor y destaca las virtudes de contar con esta educación. “Las escuelas públicas de Estados Unidos han fomentado una mezcla única de personas diversas y han producido una ciudadanía excepcionalmente innovadora y trabajadora”.
Además son una fuente de conocimiento cívico. Actualmente, el 75% de los estadounidenses no es capaz de identificar las tres divisiones del gobierno y cada vez hay más tolerancia al autoritarismo y mayor rechazo al pensamiento democrático.
En 2004, el teórico Benjamin Barber advirtió: "América como sociedad comercial de consumidores individuales puede sobrevivir a la destrucción de la educación pública. América como República democrática,no puede ".
La escasez de maestros aumenta los problemas. Se calcula que durante los próximos habrá un déficit de 100 mil profesores, pues su profesión es una de las peores pagadas.
En nuestra galería, te explicamos por qué los maestros viven una crisis en Estados Unidos.