Hiram Eredín Ponce Espinosa nació el día en que la Ciudad de México se derrumbó. Mientras los edificios caían, su madre se preparaba para dar a luz.
La mañana del 19 de septiembre de 1985, ella partió rumbo a un hospital de la colonia Roma. En su camino, se dio cuenta de la tragedia que azotó a la capital del país.
Decidió nombrar a su hijo Hiram, como el rey de Tiro que ayudó a construir el Templo de Jerusalén en el siglo X, A.C. ¿La razón? Tenía la esperanza de que, algún día, su hijo ayudaría a reconstruir y poner en alto el nombre de su ciudad.
32 años después, Hiram Ponce obtuvo el Premio Google a la Investigación, por su trabajo en métodos de Inteligencia Artificial (IA) y cómputo basado en la naturaleza.
El profesor de la Universidad Panamericana desarrolló Artificial Organic Networks, un método inspirado en la química orgánica, mediante el cual se busca que computadoras y robots sean capaces de transmitir conocimiento a otras máquinas similares.
En entrevista con Vive USA, Hiram Ponce explica que observó reglas de la naturaleza para trasladarlas a un sistema computacional. “Puedo darle al sistema muchos datos, entiende qué significan y provee información sobre el conocimiento que se le da. El método puede usarse para hacer predicciones en la bolsa de valores, climáticas”, señala.
Durante un año, Google financiará su propuesta de investigación “Transferencia de aprendizaje usando redes de hidrocarburos”. Hiram pretende construir un robot de rescate. En esta primera etapa, enseñará al robot las tareas que tiene que realizar, “en particular, balancearse”. La intención es que, después, el robot le enseñe a otra máquina lo que aprendió.
Este premio es resultado de más de 6 años y el investigador lo disfruta al máximo. “Me puse muy, muy feliz. Lo primero que quise era compartirlo con todos. Desafortunadamente, por políticas de Google, me dijeron que sólo podía comentarlo hasta que salieran los resultados oficiales”.
Ahora se sabe que su trabajo fue seleccionado de entre más de 280 proyectos y él siente una gran responsabilidad ante el reconocimiento.
Pero un genio no se forma de la noche a la mañana. Desde que era niño, Hiram tenía una afición por construir cosas. Armaba máquinas destrozadas y realizaba maravillosas creaciones con tan sólo una hoja de papel. “Sabía que quería estudiar ingeniería”, recuerda.
Mecatrónica reunió las características que buscaba: mecánica, electrónica y computación. Mientras cursaba la carrera en el Instituto Tecnológico de Monterrey, se especializó en control inteligente e Inteligencia Artificial. “Me fascinó el porqué habría que inspirarse en la inteligencia humana para que las máquinas aprendan toma de decisiones”, dice Hiram.
Para realizar el proyecto que financiará Google, el ingeniero deberá generar ideas que en este momento no han sido exploradas. No hay mucha información sobre cómo hacer que un robot transmita conocimiento a otro, pero está dispuesto a seguir adelante.
Hiram Ponce es miembro de la Sociedad Mexicana de Inteligencia Artificial. Considera que México es uno de los países más activos en el campo. La Universidad Panamericana tienen convenios con el Instituto Tecnológico de Massachusetts.
Sobre la regulación de la Inteligencia Artificial, opina: “Es importante desde el punto de vista ético. El recurso más importante de esta tecnología son los datos”. Hiram piensa que es poco probable que en los próximos 100 años se desarrollen máquinas super inteligentes y poderosas como asegura Elon Musk.
Llegar a ser un referente de la investigación en México conlleva sacrificios. “Necesito dedicarle mucho tiempo a los proyectos. Quizá he sacrificado horas de estar con mis amigos y familia para llevarlos a cabo”.
No obstante, su familia y compartir conocimiento con otras personas lo inspira para seguir. “Más allá de algo material, lo que me hace levantarme todos los días es dar lo mejor de mí para que esta tecnología impacte socialmente”, dice.
Por ahora, su próximo sueño por cumplir está claro. Quiere que su proyecto de Inteligencia Artificial tenga un impacto multidisciplinario. Sabe que tiene potencial de innovación.
Hiram sostiene que cada mexicano puede reconstruir al país. “Cada quien, desde su trinchera, puede beneficiar a alguien más. El éxito de una comunidad es el granito de arena que cada quien aporta”.
“En la Universidad Panamericana tenemos esa visión. Dar un beneficio social en términos de tecnología, para que sea un motor y otras personas puedan seguir haciendo cosas. Con lo mucho o poco que cada quien pueda logar, vamos a lograr un mejor país”.