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Las redes sociales se están enfrentado a una ola de críticas debido al mal uso que muchos usuarios están haciendo a través de ellas. En los meses recientes se han visto transmisiones en vivo de crímenes, así como contenidos saturados de discursos y expresiones de odio.

Es por ello que diversas personas responsabilizan a estas plataformas por permitir la promoción de situaciones cargadas de violencia y que a su vez logran que otros las repliquen, sin importar quién pueda resultar dañado por estas acciones.

Para muchos no es ajeno el ver como las redes sociales se están convirtiendo en el medio predilecto para llegar a las personas, en ocasiones con campañas de consciencia social, pero desafortunadamente también con el lanzamiento de retos altamente peligrosos o mensajes de grupos con malas intenciones que buscan impulsar actos deleznables como el terrorismo.

Ante el más reciente caso de un ataque con tinte terrorista, es decir, el ocurrido en un concierto en Manchester, gobiernos han externado su preocupación por las redes sociales y los contenidos que se hacen en ellas, así como por las inexistentes medidas para filtrar y erradicar la proliferación de las expresiones de odio por estas vías.

De acuerdo con la agencia Reuters, este vacío estaría tratando de ser llenado por autoridades de la Unión Europea, quienes insisten en crear una legislación para que los encargados de plataformas como Facebook, Twitter o YouTube busquen la forma de generar mecanismos que ayuden a proteger de ese tipo de contenidos a todo el público que navega en éstas.

Aunque algunas de las citadas plataformas ya cuentan con herramientas que permiten el filtrado de materiales con mensajes sensibles para los cibernautas, aún existen grietas que dejan pasar contenidos a los que muchos son vulnerables.

Este caso de Manchester y la medida que busca la Unión Europea no es ni debería ser indiferente a otras partes del mundo, ya que el peligro es latente a cada momento, tal como ocurre en el caso del ataque terrorista ocurrido en 2015 en San Bernardino, California.

Apenas a inicios del mes de mayo, familiares de varias víctimas del ataque demandaron a Facebook, Google y Twitter, por permitir que grupos terroristas utilizaran esas plataformas para promover sus actividades.

La querella legal responsabiliza a las compañías por "ayudar y fomentar actos de terrorismo internacional" y las responsabiliza de las muertes causadas y por ofrecer apoyo a los grupos terroristas.

Aunque hay quienes defienden el Internet como medio de libertad de expresión y que estás medidas vulneran dicha garantía de cada persona, quizá sea imperativo poner en marcha estrategias que eviten la expansión de contenidos con contenidos que inciten al odio o busquen afectar a usuarios vulnerables en las redes.

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