Estados Unidos ya había abandonado la UNESCO entre 1984 y 2003, después de que el entonces presidente Ronald Reagan acusara a la organización de realizar una mala gestión financiera y de mantener un sesgo antiestadounidense en algunas de sus políticas.
El país volvió a integrar la organización en octubre de 2003, cuando era presidente George W. Bush, pero en 2011 suspendió su participación financiera a raíz de la admisión de Palestina como Estado miembro.
La directora general de la UNESCO, Irina Bokova, afirmó "lamentar profundamente" el jueves la decisión de Estados Unidos, recientemente anunciada, de retirarse de la Organización de Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura, acusando a la institución de posiciones "antiisraelíes".
"Lamento profundamente la decisión de los Estados Unidos de América de retirarse de la UNESCO, de la que recibí la notificación oficial mediante una carta del secretario de Estado norteameriano Rex Tillerson", dijo Bokova en un comunicado.
"La universalidad es esencial para la misión de la UNESCO, para construir la paz y la seguridad internacionales frente al odio y la violencia, con la defensa de los Derechos Humanos y de la dignidad humana", agregó Bokova.
"Es una pérdida para la familia de Naciones Unidas. Es una pérdida para el multilateralismo", comentó la responsable.
En su comunicado, Bokova mencionó una serie de medidas tomadas por la UNESCO en colaboración con Estados Unidos para combatir el
antisemitismo.
"Juntos, pudimos trabajar con el difunto Samuel Pisar, embajador honorario y enviado especial para la enseñanza del Holocausto, con el fin de compartir la historia del Holocausto para luchar contra el antisemitismo y evitar genocidios, con la Cátedra UNESCO para la Educación en el Genocidio en la Universidad del Sur de California y con la consagrada a la alfabetización en la Universidad de Pensilvania", señaló la directiva.