Ivanka Trump, la hija de Donald Trump, fue importante en la campaña presidencial de su padre y lo es también en los negocios de éste. Ella está casada con un empresario neoyorquino que también resultó importante para el éxito del republicano y podría ser la mano derecha del magnate en la Casa Blanca.
Se trata de Jared Kushner, un desarrollador de bienes raíces y editor de periódicos, de 35 años de edad, quien, a través de sus publicaciones, y de otras actividades le dio apoyo a su suegro. Tuvo una gran influencia en la campaña de su suegro, incluidas la estrategia digital y la contratación de personas para puestos importantes.
Jared Kushner nació en New Jersey, y se graduó del Frisch School, una escuela secundaria de la Yeshiva en Paramus, antes de asistir a Harvard y de la Facultad de Derecho de la New York University.
Jared Kushner e Ivanka Trump se casaron en octubre de 2009 durante una ceremonia en el Trump National Golf Club, en Nueva Jersey. Ambos se conocieron en 2007, cuando tenían 25 años, y salieron durante dos años antes de su boda. Ivanka Trump se convirtió al judaísmo antes de casarse.
Jared Kushner e Ivanka Trump ahora viven en el ‘Upper East Side‘, uno de los complejos habitacionales más importantes de Nueva York. La pareja tiene tres hijos: Arabella Rose Kushner, de cuatro años; Joseph, de dos; y Theodore James, quien nació en marzo pasado.
Al igual que su esposa, Jared Kushner es el hijo de un magnate de bienes raíces de Nueva York, Charles Kushner. También está involucrado en la inmobiliaria de su familia, Kushner Properties, como CEO desde 2008. La compañía tiene 20 mil departamentos residenciales en todo el país, además de edificios de oficinas, industrial y comercial.
Charles Kushner estuvo dos años en prisión después de declararse culpable en 2005 por la evasión de impuestos federales, manipulación de testigos y cargos de donación de campaña ilegales. Fue procesado por el gobernador actual de New Jersey y ex candidato presidencial Chris Christie.
Jared Kushner también es el propietario y editor del semanario The New York Observer, que compró en 2006, cuando tenía 25 años. Durante la campaña presidencial, los editores de la revista lucharon con la forma de cubrir la campaña presidencial de Donald Trump, teniendo en cuenta su conflicto de intereses, razón por la que se deslindaron de su responsabilidad.
“El Observer seguirá debatiendo esto interna y externamente, como lo hemos hecho, de manera responsable. Vamos a cubrir desarrollos como lo vemos en forma y en la medida en que podemos hacerlo sin conflictos innecesarios, reales o percibidos. El Observer se tomará su tiempo para tratar de conseguir que la cobertura sea actual y relevante, como siempre hemos tratado de hacer”, dijo el editor Ken Kurson.
Judío ortodoxo cuyos abuelos sobrevivieron al Holocausto, Kushner salió a defender a Trump de las acusaciones de antisemitismo durante la campaña. Lo hizo con un editorial en su publicación, después de que Trump difundiera en Twitter una composición gráfica de Hillary Clinton con una estrella de seis puntas, que evocó la estrella de David, una bolsa de dinero y las palabras "la candidata más corrupta de la historia".