TE RECOMENDAMOS
Desde que era pequeño, el mexicano Fernando Mier-Hicks se divertía armando cohetes y haciéndolos volar a través de reacciones químicas con sustancias que encontraba en la cocina de su casa.
Gracias al apoyo de algunos profesores de la preparatoria, en su natal Aguascalientes, Fernando tuvo la oportunidad de desarrollar su pasión por la electrónica y la aeronáutica. Fue este apoyo académico lo que lo llevó a estudiar la carrera de Ingeniería Mecatrónica, en el Tecnológico de Monterrey.
Además, durante sus estudios profesionales, aprovechó toda oportunidad que se le puso en frente para desarrollar aún más sus habilidades. Participó en pasantías académicas en universidades estadounidenses como la Carnegie Mellon University, en Pittsburgh, The Massachusetts Institute of Technology, en Cambridge, y en el laboratorio especializado en robótica Willow Garage, en California.
Con su buen desempeño académico y excepcionales resultados de investigación, en 2012 fue aceptado en la maestría de Aeronáutica y Astronáutica del MIT.
Ahí, en el Laboratorio de Populsión Espacial, ha concentrado sus estudios de maestría y doctorado en el diseño, la construcción y caracterización de pequeños satélites que levitan a través de magnetismo.
De acuerdo con una declaración de Fernando a MIT Technology Review, ahí trabaja "con un nuevo tipo de propulsor de electrospray iónico, pero las pruebas había que hacerlas en condiciones de gravedad cero para comprobar los movimientos en el eje vertical".
Con esto, Fernando se ha convertido en un importante contribuyente de una nueva generación de satélites que pueden ser hasta 30% más pequeños que los que existen actualmente, lo que los hace más resistentes también. Esto representa un importante avance para la aeronáutica.
Parte de su investigación ya funciona con éxito, y se encuentra volando en el espacio, recibiendo y enviando señales electrónicas a través del espacio y hacia el planeta tierra.
Esto lo llevó a formar parte de los ganadores de Innovadores menores de 35 México 2016 que realiza la revista digital MIT Technology Review en español.
Además de su impecable trabajo de investigación, Fernando fue cofundador de la compañía Accion Systems, que se especializa en el desarrollo de nuevas tecnologías de propulsión de satélites.
Aunque actualmente dejó su participación en la compañía para enfocarse de lleno a su trabajo académico, el joven de solo 27 años planea volver tras terminar su doctorado.