La población de Estados Unidos envejece, por lo que crece la demanda en servicios de salud, mientras que de acuerdo con The California Medical Association (CMA) las profesiones relacionadas con la salud son las que más se nutren de personas nacidas fuera del país, es decir, extranjeros, entre ellos los llamados dreamers.
El número de dreamers, beneficiarios de DACA aceptados en escuelas de medicina de Estados Unidos aumentó desde el 2012 que se autorizó el programa y que les permite acudir a la universidad.
“El vacío que se está creando, con la terminación de DACA es enorme, no podemos darnos el lujo de perder más futuros doctores” afirma Dr. Ruth Haskins.
Estados Unidos tendrá, según proyecciones, 95 mil doctores menos de los que necesitará en el año 2025.
Pero la afectación va mas allá de la profesión de médico, de salir los dreamers del país también saldrían de campos de la farmacéutica, la investigación, cuidadores de ancianos.
Líderes de la industria de la medicina afirman que su partida también privaría al campo de la salud de algunos de sus candidatos más prometedores.
“Los dreamers tienen sueños grandes. Este país sería mucho mejor si todos tuviéramos esa capacidad de resistencia y motivación”.