El informe Shining A Light on Summer Work denuncia que múltiples extranjeros con visa de intercambio J-1 han sido víctimas de abusos laborales durante su estancia en Estados Unidos.
Elaborado por International Labor Recruitment Working Group, una colación de 30 organizaciones de derechos laborales, el reporte señala que entre 2015 y 2017, alrededor de 67 titulares de visa J-1 buscaron ayuda directa en Polaris, organización contra la trata de personas.
“Las historias no son anomalías. Son sistémicas ”, dijo Meredith Stewart, abogada del Centro de Leyes de Pobreza del Sur.
La visa J-1 es para los extranjeros participantes en programas de intercambio.
De acuerdo con la Embajada de Estados Unidos en México, éstos están diseñados “para promover el intercambio de personas, conocimiento, y habilidades en los campos de la educación, artes y ciencias”.
En Estados Unidos hay programas de trabajo temporal e intercambio que requieren este tipo de visa. Por ejemplo, el Summer Work Travel para universitarios, el Au Pair para niñeras, el College and University Student para estudiantes o el Trainee para profesionistas.
International Labor Recruitment Working Group anota que, aunque los programas buscan intercambio cultural, “se han transformado en una fuente de mano de obra barata y explotable”.
“Como resultado, cientos de miles de trabajadores llegan a Estados Unidos con visas J-1 cada año sin protecciones adecuadas. Además, innumerables trabajadores estadounidenses que luchan por encontrar trabajo en las mismas industrias y comunidades están en desventaja”.
Según su información, en 2015 casi 16,000 compañías contrataron a 95,000 jóvenes con el programa Summer Work Travel. La mayoría ocupados en grandes empresas en el sector de parques, hostelería, alimentación y recreación.
Sin embargo, se han denunciado “trabajos precarios, subcontratación y arreglos que hacen que los extranjeros sean más vulnerables al abuso y trato desigual”.
Entre 2015 y 2017, 67 titulares de visa J-1 buscaron ayuda con una organización contra la trata. El 6% de los trabajadores de Summer Work Travel tuvieron que buscar otro trabajo al llegar, debido al bajo salario y altos costos de alojamiento. Asimismo, se presentaron casos de aislamiento geográfico, trabajos peligrosos y protección laxa.
En 2018, trabajadores de Jamaica presentaron una demanda federal alegando que de 2008 a 2013, sus empleadores los dejaron endeudados después de cobrarles tarifas de alojamiento elevadas. Anotan que “fueron amenazados con daños financieros o físicos si dejaban sus trabajos.
El conjunto de organizaciones anota que la administración estadounidense "se resistió" a dar datos, vía transparencia, para contrastar las denuncias. Por lo que usaron grandes archivos para el análisis.
Instan al gobierno al regular los programas J-1, en especial Summer Work Travel, pues los jóvenes son vulnerables. A las empresas, piden garantizar salarios dignos y condiciones de trabajo buenas.
La mayoría de titulares J-1 es de Irlanda (7,001), Bulgaria (5,974), China (5,795), Rumania (5,301). Se emplean a más de estos trabajadores en Nueva York (7,036), California (6,779), Massachusetts (6,532) y Florida (6,394).
Puedes leer el reporte en este enlace.
Gráfico. El paso a paso para tramitar la visa