Al finalizar un año más en compañía de nuestros seres queridos, se tiene la idea de que el próximo año podría ser el mejor de nuestra vida; se hacen propósitos, se fijan metas, se visualizan objetivos que pudieran resultar, en ciertos casos, algo muy alejado de nuestras posibilidades.
Algunos piensan en hacerse ricos de alguna manera rápida, otros piden un cuerpo escultural sin pisar el gimnasio o por lo menos bajar las escaleras en lugar de usar los elevadores. Todos hacen propósitos, pero no todos los alcanzamos.
El sitio de About Español indica que la tradición de festejar año nuevo se remonta a hace 4 mil años, cuando en Babilonia empezaron a celebrarlo a finales del mes de marzo; esto se debía a que esperaban el fin del invierno para dar inicio a un nuevo ciclo con la llegada de la primavera.
La revista Time también establece que el año no siempre empezó el 1 de enero, pues, según la historia, esto comenzó en el año 45 a.C., cuando Julio César, emperador romano, ordenó que el calendario tuviera 12 meses y que empezara a partir del primero de enero, basándose en la rotación completa del sol.
Y según Teen Vogue, aproximadamente, el 40% de Estados Unidos hace propósitos para año nuevo, pues significa todo un ritual para recibir un nuevo ciclo, eso y ver la pelota del Time Square caer.
La revista de moda en su versión adolescente apunta a que se acostumbra a hacer propósitos de año nuevo desde una fiesta llamada Akitu, misma que se celebra en Babilonia. En esta fiesta se celebraba el renacimiento de todo un mundo; se pagaban deudas, se harían promesas a los dioses y coronaban, o reafirmaban, a los reyes.
Era justo en ese momento donde empezó todo; los babilonios creían que si cumplían sus objetivos prometidos, estarían del lado bueno para los dioses y no caerían en desgracia.
Actualmente, los propósitos de año nuevo tienen cierta temática central en las que nos vemos con músculos, casa nueva, dinero a raudales, viajes por todo el mundo o pareja, ¿verdad que no se distorcionó el concepto?
¡Ve nuestra galería para saber los propósitos y deseos más populares.