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Si un mexicano fallece en territorio estadounidense es posible trasladar sus restos a México. Los consulados brindan asesoría y apoyo en estas lamentables situaciones. Por eso, antes de contratar cualquier servicio funerario, el primer paso es contactarlos.
Las autoridades consulares recomiendan tener a la mano documentos que acrediten la nacionalidad del fallecido (acta de nacimiento, pasaporte o credencial de elector). Los familiares deberán proporcionar datos de la persona fallecida para identificarla.
Amigos o familiares del fallecido deberán contratar los servicios de una funeraria, misma que se será responsable de hacer los trámites para transportar el cuerpo o las cenizas.
“Para que los restos ingresen a México, el Consulado realiza de manera gratuita el visado de ciertos documentos. La funeraria debe enviar, en original y acompañados de su traducción al español, cada uno de los siguientes documentos”.
- Acta de defunción. (Apostillada)
- Permiso de tránsito de cadáveres y/o entierro.
- Carta de embalsamamiento. (Notarizada).
- Carta del médico forense, donde se especifique que no existe enfermedad contagiosa (si aplica).
- Una vez que se reciben los documentos en orden, la certificación se realiza el mismo día y se le remite por correo prepagado a la funeraria. En caso de que existan dudas sobre este trámite, llame al teléfono (404)266-2233 extensión 235.
La Secretaría de Relaciones Exteriores señala que normalmente el traslado se realiza de cinco a 10 días después del fallecimiento, dependiendo de la causa de muerte, la disponibilidad de vuelos y permisos autorizados.
El costo de traslado depende del tipo de servicios contratados, pero, generalmente, oscila entre 2 mil 500 y 3 mil 500 dólares. En nuestra galería, las obligaciones con las que debe cumplir la funeraria.