Es posible residir legalmente en Estados Unidos al contraer matrimonio. De acuerdo con información de la embajada, la Visa K-1 o ‘Visa del prometido’ está dirigida a ciudadanos extranjeros que tienen la intención de casarse con estadounidenses. Después, pueden convertirse en residentes para no tener que dejar el país.
El prometido extranjero tiene un plazo de 90 días para contraer nupcias, después de ser admitido. De lo contrario, el estatus migratorio expira. Estos beneficios son un alivio para las futuras familias, pero también se prestan para hacer fraudes migratorios.
El fraude matrimonial es considerado un delito grave en Estados Unidos. El Departamento de Inmigración y Ciudadanía (USCIS) considera que “debilita a la nación y la hace menos segura”.
El Servicio de Inmigración y Control de Aduanas identifica tres tipos de fraude matrimonial:
Ante los casos suscitados señalan en una hoja informativa: “El fraude migratorio es una amenaza para la seguridad nacional, financiera e institucional. También pone en riesgo la integridad del sistema de inmigración, pues se han revelado esquemas masivos que involucran a organizaciones criminales”.
Lucrar con el matrimonio y la visa K-1 tiene graves sanciones y consecuencias penales. Los inmigrantes que cometen fraude son expulsados de territorio estadounidense y pierden cualquier beneficio migratorio en el futuro.
Si se comprueba que la pareja tramó todo para obtener ganancias o conseguir la residencia, pueden pasar hasta cinco años en prisión y son acreedores a una multa de hasta 250 mil dólares (aproximadamente 4 millones 666 mil pesos).
“Un individuo será acusado de fraude matrimonial si se enlazaron con el propósito de evadir la ley de inmigración de Estados Unidos. Este delito grave conlleva una pena de prisión y se aplica a ambos ciudadanos que perpetran el crimen”.
En nuestra galería, otras consecuencias penales y migratorias.