El gobierno de Canadá restringe el ingreso o la estancia en el país a extranjeros que han cometido un delito dentro o fuera de su territorio. Sin embargo, en casos como emergencias familiares o viajes de negocios, la persona puede cambiar su situación.
La restricción es válida para crímenes graves y menores, como robo, asalto, homicidio involuntario, conducir bajo la influencia del alcohol o alguna droga, así como la posesión o tráfico de drogas.
Para volver a ser admitido, el interesado debe demostrar a un oficial de Inmigración o de Servicios Fronterizos las pruebas que demuestren que está rehabilitado.
El agente también considerará el número de delitos cometidos, las circunstancias y gravedad, la condena, la razón por la que se realizó y argumentos sobre la probabilidad de volver a cometer un acto ilegal.
En caso de aplicar por la rehabilitación individual, es necesario que hayan pasado al menos cinco años desde el final de la sentencia penal y del día en que se cometió el crimen.
Si el mismo delito que se cometió en el extranjero es castigado en Canadá con una pena de 10 años de cárcel, el solicitante debe esperar otros 10 años después de haber terminado la condena.
Una persona se considera como rehabilitada si la persona lleva un estilo de vida estable y es poco probable que vuelva a cometer un acto ilícito.
Para solicitar el cambio de inadmisibilidad, es necesario pagar 200 dólares canadienses como parte de la tarifa de procesamiento, aunque esto no asegura una determinación positiva.
Las personas que fueron condenadas por un crimen cuando tenían menos de 18 años no deben cumplir con estos requisitos y se les permitirá el ingreso al país, de acuerdo con el gobierno canadiense.
Se recomienda solicitar el cambio de estatus en la embajada de Canadá, antes de viajar al país, pues es probable que se niegue el paso en los puntos de acceso a la nación.
Consulta en la galería de la parte superior la lista de las razones por las que una persona puede ser inadmisible en Canadá.