Estados Unidos cuenta con el Air Force One para los viajes del presidente, uno de los aviones oficiales más costosos y sofisticados, en comparación con las aeronaves de los gobiernos de otros países.
La Casa Blanca aclara que se podría llamar Air Force One a cualquier avión de la Fuerza Aérea que transporte al mandatario. Actualmente sólo se ocupan dos para trasladar a Donald Trump o al presidente de la Unión Americana en turno en sus viajes oficiales por el país o a cualquier lugar del mundo.
Estos dos aviones pertenecen a la serie Boeing 747-200B y se pueden identificar porque en la cola tienen marcados los códigos 28000 y 29000. La Fuerza Aérea lo designa como VC-25A, según información de la Casa Blanca.
Por fuera, los Boeing 747-200B están pintados de blanco con azul, elegidos por Jacqueline Kennedy, y lucen la bandera estadounidense en la cola. Tienen cuatro motores a reacción y pueden volar hasta una altura de 45 mil 100 pies.
El avión cuenta con dos entradas. La principal, ubicada cerca de la cabina, la usa el jefe del Ejecutivo con sus familiares e invitados y la entrada trasera lo utilizan los periodistas para abordar.
Al interior, cada Air Force One está equipado con un sistema de comunicaciones que podría funcionar como un centro de comando, si Estados Unidos sufre un ataque y presidente debe volar para permanecer seguro. La aeronave tiene la capacidad de reposar en el aire, en caso de ser necesario para una emergencia.
Además, en tres niveles se acondicionó una sala de conferencias, un baño, una oficina, dos cocinas con capacidad para alimentar a 100 personas, de acuerdo con Boeing Company.
La suite presidencial fue decorada por Nancy Reagan y cuenta con sofás plegables, una cama y un baño privado. También hay habitaciones para los acompañantes, desde asesores hasta miembros de la prensa, aunque de menor tamaño.
En la oficina del presidente se pueden realizar reuniones de alto nivel o incluso dar mensajes a la nación. En los pasillos también hay sillones y teléfonos por si se requiere de imprevisto.
La sección de invitados se encuentra alejada de la suite presidencial, por seguridad y el Servicio Secreto impide que se acerquen hacia la parte delantera de la aeronave.
A bordo hay una suite médica para atender cualquier molestia de salud del presidente o incluso se puede convertir en una sala de operaciones. Un médico se encuentra siempre disponible para actuar en caso de una emergencia.
En las diferentes zonas que componen al avión, en una extensión de 371 metros cuadrados, hay aproximadamente 85 teléfonos y 20 televisiones, desde donde el presidente puede enviar mensajes a la prensa.
El primero de los actuales Air Force One fue entregado durante la administración de George HW Bush, en 1990. Sin embargo, los mandatarios vuelan en aviones construidos especialmente para la presidencia desde 1962, durante la administración de John F. Kennedy.
Ambos aviones se encuentran en la Base Andrews, en Maryland, y siempre hay uno disponible para su uso, aunque el otro se encuentre en mantenimiento.
En 2018, la Fuerza Aérea anunció la compra de otros dos aviones 747-8 para la flota presidencial,con una inversión de 3.9 mil millones de dólares. Boeing Company está a cargo del diseño, modificación y certificación de las aeronaves, que entregará hasta 2024.
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