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En Estados Unidos es una costumbre cambiarse el apellido al contraer matrimonio, después de un divorcio, adopción, un cambio de género o cambiar completamente de nombre, simplemente por gusto, de forma legal.
En ocasiones, el proceso no es tan sencillo como se proyecta en las series y películas de Hollywood, es un trámite complicado y conlleva la renovación de otros documentos oficiales, como identificaciones y licencias de conducir.
En cada estado del país se debe seguir un proceso diferente, pero en todos se requiere una decisión judicial que respalde el cambio de nombre, por las diferentes razones que se quiera.
Lo más sencillo es adoptar otro nombre durante un proceso de matrimonio o divorcio, se puede adquirir el apellido del cónyuge o fusionar ambos apellidos.
En estos casos, no es necesaria la orden judicial, únicamente se debe mostrar el certificado de matrimonio para actualizar el nombre en todos los documentos oficiales, seguro social y bancos.
Al divorciarse, el juez que finaliza el matrimonio puede regresar el apellido que tenía la persona al ser soltera. Este cambio debe incluirse en el certificado de divorcio.
En todo cambio se debe pagar una tarifa ante el estado donde se realiza el cambio, al igual que pagar por los formularios que se deben llenar para comenzar con el procedimiento.
En Nueva York es posible cambiar el nombre de una persona desde que se llena la solicitud de licencia de matrimonio, con el apellido del cónyuge o un apellido combinado, según las Cortes del estado.
Al obtener la ciudadanía estadounidense, la persona puede cambiar su nombre, al llenar el formulario N-400 del Servicio de Ciudadanía e Inmigración (USCIS), aunque debe ser aprobado por el juez, durante la ceremonia de juramento.
En el estado de California, el proceso puede tardar más de 3 meses, cuando no se realiza por matrimonio o divorcio. Es necesario presentar una petición de cambio de nombre, presentarse ante una corte y obtener una orden judicial. Estos son todos los documentos que se deben llevar.
El cambio de nombre para adultos, por razones diferentes a una unión conyugal, generalmente requiere que se publique la modificación en un periódico local, para evitar fraudes.
El motivo de que existan mayores restricciones para cambiar de nombre o apellido, al no existir matrimonio, es evitar que una persona evada la justicia, una condena, problemas económicos, pago de manutenciones o demandas.
