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Los críticos del presidente estadounidense Donald Trump elogiaron, medio en broma, a un empleado de Twitter que logró silenciar la herramienta favorita de comunicaciones del mandatario. Pero otros advirtieron sobre un peligroso precedente.
Los visitantes de la cuenta @realDonaldTrump recibían hacia las 23H00 GMT del jueves el siguiente mensaje: "Lo sentimos, esta página no existe".
La compañía anunció este jueves que tomó "medidas de protección para evitar que esto se repita".
"Querido empleado de Twitter que cerró la cuenta de Trump: Hiciste a Estados Unidos sentirse mejor por 11 minutos", escribió el legislador demócrata Ted Lieu, asiduo de Twitter. Luego le ofreció comprarle una pizza.
El excongresista David Jolly dijo que el empleado "podría ser un candidato para el premio Nobel de la Paz".
Los simpatizantes del mandatario republicano no encontraron la gracia: "Los liberales estaban celebrando que la cuenta de Trump desapareció por 15 minutos, probando una vez más que aman la censura y odian la libre expresión", señaló un tuit muy compartido.
Jennifer Grygiel, una profesora de la Universidad de Syracuse que estudia las redes sociales, dijo que la desactivación era preocupante.
"No es un asunto para reírse", dijo.
"Es un asunto serio y de seguridad nacional. Este incidente demuestra que Twitter no tiene instaladas las salvaguardas adecuadas para las cuentas importantes", expresó.
En un ensayo escrito a inicios de este año Grygiel había llamado a una "pre-moderación" o revisión previa de la cuenta de Trump "para prevenir una guerra accidental" que podría desatarse si alguien se apropia de la cuenta del presidente para desactivarla o falsear sus contenidos.
"Debemos asegurarnos que un pasante no pueda tan fácilmente poner en peligro esa cuenta", dijo.
Para Grygiel, las cuentas en redes sociales con una importancia "sistémica" para la seguridad nacional o los mercados financieros deberían estar sujetas a una revisión humana con un retraso de algunos segundos.
Si algo falso o incendiario es tuiteado, no hay forma de retraerlo, y eso podría llevar a una guerra o a un shock en los mercados financieros, apuntó.
No están claras sin embargo, las implicaciones logísticas, técnicas y legales a considerar para que un tercero filtre los mensajes del presidente.
"Es estrepitoso que un empleado cualquiera de Twitter pueda cerrar la cuenta del presidente. ¿Y si en cambio hubiesen tuiteado mensajes falsos?", tuiteó Blake Hounshell, jefe de redacción de la revista Politico Magazine.
"Seriamente, ¿y si esta persona hubiese tuiteado sobre un ataque nuclear falso contra Corea del Norte?", se preguntó.
Trump no reaccionó al incidente hasta 12 horas después, con una respuesta sorpresivamente moderada.
"Mi cuenta de Twitter fue cerrada por 11 minutos por un empleado sabandija. Supongo que la palabra finalmente está llegando y teniendo un impacto", escribió.
El mandatario defiende su uso frecuente de Twitter, donde suele enviar polémicos e incendiarios comentarios, pero también anunciar políticas, en ocasiones desde muy temprano en la mañana.
Sus críticos han pedido a Twitter cerrar la cuenta, argumentando violaciones a las normas sobre discurso del odio y abuso.
Para algunos los tuits de Trump sobre Corea del Norte, incluyendo un comentario en el que dijo que sus líderes "no estarán aquí por mucho tiempo", violaban las normas contra el uso de amenazas de violencia.
Twitter respondió prometiendo revisar su política, pero subrayó que "el valor noticioso" y el interés público debe ser considerado para decidir si se retira un tuit o no.
Para Grygiel es problemático que el presidente de Estados Unidos dependa de una compañía privada para difundir importantes anuncios. "Hay riesgos de comunicación", dijo, advirtiendo que Twitter tiene el derecho de vetar a Trump.
"Quisiera saber que el presidente tiene un plan alternativo si los tuits dejan de salir", añadió.