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El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, participó en la ceremonia de indulto a los pavos del Día de Acción de Gracias.
Esta vez, los pavos Peach y Blossom fueron los protagonistas de la ceremonia y no serán sacrificados para Thanksgiving Day, que se celebra el próximo jueves 28 de noviembre.
Joe Biden explicó que la tradición de perdonar la vida a los pavos en la Casa Blanca comenzó cuando le regalaron un pavo al presidente Truman. Pero fue hasta 1989 cuando George HW Bush ofreció de manera formal un indulto para el pavo.
“En los últimos cuatro años, he tenido el honor de continuar esa tradición al indultar a Peanut Butter y Jelly, Chocolate y Chip, Liberty y Bell. Y hoy, Peach y Blossom se unirán a los pájaros libres de los Estados Unidos de América”, dijo el mandatario en una ceremonia.
Peach y Blossom nacieron en una granja de Minnesota en julio y esta semana viajaron a Washington DC. Siguiendo una tradición especial, anoche se alojaron en una suite del elegante Hotel Willard InterContinental, situado cerca de la residencia presidencial.
Peach y Blossom regresarán a Farmamerica, un centro agrícola de Minnesota, para servir como embajadores educativos del principal estado productor de pavos de Estados Unidos e inspirar a la próxima generación de estudiantes de agricultura.
Historia del “perdón del pavo” en Día de Acción de Gracias
La tradición del perdón del pavo comenzó con el presidente Abraham Lincoln, cuando su hijo Ted le pidió que perdonara al pavo destinado a la cena navideña, argumentando que merecía vivir. Lincoln accedió y el pavo fue perdonado.
En 1963, el presidente Kennedy decidió enviar su pavo de ese año de regreso a la granja, diciendo: “Dejaremos que este crezca”. El Washington Post mencionó tanto “perdón” como “indulto” en un artículo sobre este evento.
Durante la presidencia de Nixon, su esposa Patricia aceptó los pavos en nombre del presidente y los envió a una granja infantil. En 1978, el pavo presentado a la primera dama Rosalynn Carter también fue enviado a vivir en un mini zoológico.
A partir de 1981, bajo el presidente Reagan, se estableció la práctica de enviar el pavo de presentación a una granja. En 1989, el presidente George HW Bush formalizó el indulto presidencial del pavo, anunciando que el pavo sería trasladado a una granja en Virginia. Desde entonces, la ceremonia se ha realizado anualmente.
Cada año, dos pavos llegan a la Casa Blanca, se les da nombre y se hospedan en la residencia presidencial. Uno es elegido para ser perdonado en la ceremonia, aunque ambos reciben el indulto y luego son llevados a vivir el resto de sus vidas en una granja.
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