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El presidente de Estados Unidos se distingue por ser un buen orador, pero antes de ser el jefe de estado que conocemos pasó 12 años practicando frente a sus alumnos en la Universidad de Chicago, en donde enseñó Derecho Constitucional y Teoría de las Razas, de acuerdo con el sitio Mic.
Su legado como maestro es positivo, sus ex alumnos los recuerdan como un mentor apasionado, compasivo y que continuamente los animaba a desafiar sus propias creencias.
Obama era un maestro popular por lo que sus alumnos le daban evaluaciones muy positivas, pero estos no recuerdan que fuera muy cercano con otros catedráticos, de acuerdo con The New York Times.
Marta Lowe quien tomó la clase impartida por Obama “Conflictos actuales del racismo en la ley” recuerda que no era un profesor que hablara desde un pedestal y que les sugiriera como pensar, por el contrario, los guiaba hasta que ellos como alumnos llegaran a sus propias conclusiones.
En su libro “La audacia de la esperanza” el presidente reflexiona sobre sus días como profesor de leyes en la Universidad de Chicago, y dice haber amado dar clases de derecho, en donde se analizaba la ley pura, sin artificios y recuerda la sensación de pararse frente al grupo armado solamente con gis y pizarrón y sentir como los estudiantes “lo median” algunos con miedo, otros con aburrimiento.
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