La Tarjeta Verde es el documento que demuestra la residencia legal y permanente de un extranjero en Estados Unidos. Con ella, puede trabajar y recibir educación en el país.
Los residentes permanentes están obligados a obedecer todas las leyes federales, estatales y locales. Deben pagar impuestos e inscribirse a las Fuerzas Armadas si son hombres y tienen entre 18 y 26 años de edad.
Si cambian de domicilio, deben notificarlo por internet o por escrito al Departamento de Inmigración y Ciudadanía (USCIS) para conservar el estatus. De lo contrario, podrían perder la “Green Card”.
USCIS apunta que los residentes permanentes no deben salir de Estados Unidos durante un periodo prolongado, a menos que las circunstancias demuestren que su viaje tiene un propósito temporal (por ejemplo, estudiar, ocupar un empleo temporal o cuidar de un familiar).
“Si está fuera del país durante un año o más, no puede utilizar su Tarjeta de Residente Permanente para reingresar en Estados Unidos. Si sucede algo que demora su regreso, esté listo para explicar las razones”, advierten.
Las autoridades migratorias de Estados Unidos son muy estrictas con los extranjeros. Si comprueban el delito de un residente permanente, le quitan la Tarjeta Verde y le prohíben reingresar al país. Tampoco será candidato elegible para obtener la ciudadanía.
“Si usted ha cometido un delito o se le ha declarado culpable, debe consultar a un abogado de inmigración de buena reputación o a una organización comunitaria que preste servicios legales a inmigrantes antes de solicitar otro beneficio”, remarcan.
Algunos delitos que afectan el estatus de residente permanente son: asesinato, violación sexual, agresión sexual contra un menor de edad, tráfico ilegal de drogas, armas de fuego o personas, robo, estafa o delitos de “conducta sexual inapropiada”.
Estos delitos graves no son las únicas acciones que llevan a perder la Tarjeta Verde. Mira más en nuestra galería.